El paramilitar colombiano Diego Alberto Ruiz Arroyave fue sentenciado ayer martes a siete años y medio de cárcel por intentar comprar misiles antiaéreos, lanzagranadas y otras armas de potencia a cambio de cargamentos de cocaína valorados en unos 25 millones de dólares.
Ruiz Arroyave se declaró culpable en octubre de asociación delictuosa para conseguir poderosos armamentos destinados a las llamadas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), calificadas como un grupo terrorista por el Gobierno de Estados Unidos (EU).
En una declaración que Ruiz leyó en español en la corte, dijo que le agradece a Dios por el valor que le ha dado para reparar el daño que ha hecho en su vida. Su esposa, quien viajó desde Colombia, estaba sentada en el juzgado.
Por las normas sobre sentencias, el juez de distrito David Hittner pudo haber sentenciado a Ruiz Arroyave a más de 27 años de prisión. Pero el juez accedió a una solicitud del fiscal Jeff Vaden de reducir la pena debido a la cooperación de Ruiz Arroyave con las autoridades tanto de su país como de Estados Unidos.
El defensor de Ruiz Arroyave, el abogado Erik Sunde, dijo que su cliente no era un combatiente dentro de las AUC, el paraguas que agrupó a las distintas bandas paramilitares colombianas.
El abogado describió a Ruiz Arroyave más bien como un “mandadero” de su primo, Miguel Arroyave, quien era el comandante de una de las mayores unidades de las AUC, el llamado “Bloque Centauro”.

