Erika Casimiro, una de las cuidadoras de la niña mexicana Paulette, encontrada muerta nueve días después de su desaparición, descartó que el cuerpo de la menor haya estado todo el tiempo en la recámara.
En declaraciones a la radio local, Casimiro indicó el miércoles que es imposible que el cadáver de la niña haya estado desde un principio en su cama, como fue hallado por las autoridades.
“Hubo tanta gente, entraron perros, miles de gentes a buscar a la niña como para que todos hubiéramos estado ciegos y no ver el bulto y el colchón corrido”, indicó la niñera.
El caso de la desaparición y muerte de la menor mexicana en el central estado de México ha acaparado la atención de los medios de comunicación del país y el extranjero.
De acuerdo con Casimiro, quien se encargaba de alimentar, cuidar y vestir a la menor, el lunes 22 de marzo cuando se percató de que la niña no estaba, revisó debajo de la cama de Paulette.
La noche del 30 de marzo las autoridades encontraron el cuerpo de la niña en un espacio de 15 centímetros entre la base de la cama y el colchón. Erika Casimiro apuntó que era imposible que el cuerpo de la niña hubiera estado ahí todo el tiempo sin que nadie se hubiera percatado.

