La sonda espacial Stardust inició el viernes su aproximación a la atmósfera terrestre con una carga de polvo cósmico de la que se desprenderá hoy, domingo, poco antes de continuar un viaje eterno en torno al Sol.
Esa carga, que proporcionará valiosa información científica sobre el origen del Sistema Solar, está contenida en una cápsula que ingresará en la atmósfera la próxima madrugada con un destello que podrá ser visto a simple vista (si lo permiten las condiciones meteorológicas) virtualmente en toda la región occidental del país.
Ese destello ocurrirá cuando la cápsula produzca un choque molecular atmosférico a 46 mil 440 Kph, una velocidad que superará la registrada en mayo de 1969 al reingresar la nave espacial Apolo X, según informó el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en Pasadena (California), que se dedica a la exploración robótica del Sistema Solar.
En ese momento, el meteoro artificial adquirirá un brillo similar al del planeta Venus y durará alrededor de 90 segundos, según los cálculos científicos.
Si todo se realiza tal y como se ha previsto, Stardust se desprenderá de su preciosa carga a las 5:57 GMT del domingo y alrededor de cuatro horas y media después (10:12 GMT) deberá tocar tierra frenando su violento descenso con un paracaídas.
El contacto con la superficie terrestre de la cápsula, de unos 46 kilos, se producirá en un punto del Campo de Pruebas y Entrenamiento de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en Utah (noroeste).
Allí le estarán esperando helicópteros de la NASA que recogerán la cápsula si las condiciones del tiempo lo permiten, según informó la agencia espacial.
En caso de contratiempos meteorológicos, también habrá vehículos preparados especialmente y listos para partir en busca de la cápsula, que será trasladada de inmediato al Campo Dugway de Pruebas del Ejército de EU (Utah) para su procesamiento inicial, dijo la NASA.
Posteriormente, el recolector de muestras interestelares será trasladado a un laboratorio especialmente habilitado por la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de EU (NASA) para su estudio en el Centro Espacial Johnson, en Houston (Texas).
FIN DEL VIAJE
Ese será el capítulo final de la misión Stardust (polvo de estrellas, en inglés) que, desde el 7 de febrero de 1999, cuando partió desde el Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral (Florida), ha recorrido 4 mil 634 millones de kilómetros por el Sistema Solar.
Durante ese desplazamiento, Stardust pasó a sólo 240 kilómetros del núcleo del cometa Wild 2 para recoger partículas microscópicas de su polvo cósmico.
La sonda también capturó muestras de polvo interestelar que ingresan al Sistema Solar provenientes de otras galaxias.
Según los científicos, esas minúsculas partículas cósmicas, cuya masa no es de más de un miligramo, responderán a interrogantes fundamentales no sólo sobre el origen del Sistema Solar sino también sobre la naturaleza de los cometas.
Los cuerpos estelares como los cometas que vagan por el universo en órbitas elípticas llevan consigo material que se mantiene impoluto desde la creación del Sistema Solar hace unos 4 mil 500 millones de años, según los astrónomos.
Donald Brownlee, director del proyecto científico, manifestó que aunque la carga de la cápsula es minúscula, alrededor de 180 científicos tendrán material suficiente para estudiarla y conseguir todo un tesoro de información.
"No hay nada mejor que una de estas muestras. Son muchos los secretos que están ocultos en su microestructura, casi a un nivel atómico", indicó Peter Tsou, uno de los científicos que participa en la misión.
Según fuentes de JPL, la misión de Stardust ha continuado sin problemas de ningún tipo desde el viernes de la semana pasada cuando realizó una penúltima corrección de su desplazamiento para enfilar hacia la Tierra.
El único interrogante por ahora podría ser la operación en que la cápsula deberá abrir su paracaídas para frenar su violento desplazamiento y reducir el impacto contra la superficie terrestre.
