Los fallecidos en el accidente de un avión Tupolev 134, que se estrelló el pasado martes en el noroeste de Rusia, ascienden ya a 46 al morir ayer una mujer que “tenía gravísimas lesiones y quemaduras”, informaron fuentes del Ministerio de Sanidad de Rusia.
De este modo, solo quedan seis sobrevivientes de la catástrofe, ocurrida pocos minutos después de la medianoche del pasado día 21 en una carretera apenas a 2 km de su punto de destino, el aeropuerto de Petrozavodsk, capital de la república rusa de Karelia, fronteriza con Finlandia.
El aparato, perteneciente a la compañía rusa Rusair, había despegado una hora y media antes desde el aeropuerto moscovita de Domodedovo.
Los restos del avión quedaron diseminados sobre la carretera en un radio de decenas de metros.
El accidente aéreo de Petrozavodsk es el más grave ocurrido en el país desde el 10 de abril de 2010.