El enviado especial de las Naciones Unidas para Libia, Bernardino León, advirtió ayer de que la situación en ese país “ha llegado al límite” y que si no se alcanzan pronto un acuerdo, se convertirá en un Estado “fallido”.
“Si las partes libias no entienden que Libia ha llegado al límite, el resultado podría ser que Libia se convierta en un Estado fallido”, aseveró.
El diplomático español llegó la mañana de ayer a la capital argelina procedente de Catar, para preparar la crucial reunión prevista para la próxima semana en Marruecos, en la que los dos gobiernos libios en conflicto deberán limar asperezas.
El encuentro, en la localidad magrebí de Sirjaat, está aún en el aire, ya que solo el gobierno internacionalmente reconocido establecido en Tobruk ha confirmado asistencia.
El Ejecutivo de Trípoli, considerado rebelde, es el más reticente a aceptar el plan de paz propuesto por el propio León semanas atrás tal como está, ya que cree que es una mera maniobra para ganar tiempo que no soluciona los problemas de base.
