El número de víctimas mortales producidas por las inundaciones que asuelan Europa central asciende a una cincuentena después de que en Rumanía se hayan encontrado 13 nuevos cadáveres, aunque tanto en Alemania como en Austria y en Suiza las alertas han disminuido sensiblemente.
En el distrito transilvano de Harghita, en el norte de Rumanía, fueron recuperados ayer los cuerpos sin vida de las 13 personas arrastradas por las aguas tras las lluvias torrenciales del martes pasado, con lo que el número de fallecidos en este país asciende a 41, indicaron fuentes del Ministerio del Interior.
Tres personas continúan desaparecidas, entre ellas una niña de cuatro años, informó ayer la televisión Realitatea TV.
Tan solo en la ciudad de Odorheiu Secuiesc, en Harghita, unas 800 casas fueron afectadas por el agua, mientras que otras 2 mil 800 casas en 22 localidades de Transilvania fueron inundadas.
Muchas carreteras provinciales están bloqueadas, en parte debido a las inundaciones, en parte por desprendimientos de tierra.
Más de un millar de personas han sido rescatadas de sus viviendas anegadas y destruidas por las masas de agua, que además han inundado miles de hectáreas de campo y numerosas carreteras.
En Alemania, el peligro de inundaciones por crecidas en el sur del país decreció sensiblemente en las últimas horas, aunque la situación en algunas comarcas sigue siendo crítica.
En las localidades ribereñas de los ríos Inn e Isar, la amenaza de inundaciones se ha ido disipando también, aunque los ciudadanos sigue levantando diques con sacos de arena y vaciando sótanos en prevención de nuevas crecidas.

