Tomás Uribe, el hijo mayor del mandatario Álvaro Uribe, dijo que está acostumbrado a correr riesgo y por eso se tomó con calma la noticia del plan que tenía las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) para secuestrarlo junto a su hermano.
"Es de poner cuidado, de no hacer irresponsabilidades, pero nada, hay que ponerle buena cara, ponerle ánimo", afirmó Tomás, de 26 años, a Radio Caracol.
El hijo del gobernante contó que él y su hermano Jerónimo se han acostumbrado a vivir acompañados de un fuerte dispositivo de seguridad que se desplaza con ellos en sus actividades cotidianas: trabajo, estudio y recreación.
Según Tomás, ese ritmo de escoltas y vehículos con sirena es parte de su vida diaria desde la época en que su papá era congresista y político en el departamento de Antioquia hace unos 15 años.
"Mi papá nos contó (sobre el plan). Él y mi mamá son los que más sufren, pero hay que tomar las cosas con mucha calma", insistió el hijo del gobernante, que es empresario y exportador de artesanías.
Por su trabajo, el hijo del gobernante pasa mucho tiempo en su oficina, donde se olvida un poco de la problemática de seguridad que los acecha, detalló.
Reconoció que a su edad es difícil abstenerse de salir a bailar con su novia y con los amigos. Sin embargo, sabe que sus salidas nocturnas a discotecas y bares son motivos de desvelo de sus papás.
"(Mi padre) nos implora que nos cuidemos. Le causa mucha angustia que estemos en la calle", explicó.
Las FARC planeaban aprovechar una de esas salidas para secuestrar a los hijos del gobernante. Autoridades de la Policía Nacional revelaron que el jefe de esa operación era Oscar Montero, alias El Paisa, comandante de la columna guerrillera Teófilo Forero, grupo armado que hace incursiones en el casco urbano de la ciudad de Bogotá.
El Gobierno ha dispuesto entregar una recompensa de 5 mil millones de pesos (2.4 millones de dólares), por informaciones que permitan la captura del cabecilla guerrillero.

