Un grupo de tortugas gigantes volvió a la Isla Pinta, la más septentrional del archipiélago ecuatoriano de Galápagos, después de 38 años del rescate de ‘Jorge’, el último quelonio de su especie y símbolo de la conservación de este Patrimonio de la Humanidad.
Una operación a gran escala de la comunidad científica en Galápagos logró que 39 tortugas gigantes, híbridas y cuya especie se desconoce, llegaran el domingo a la isla Pinta, casa de grandes quelonios, casi extintos por la caza de bucaneros y la introducción de especies ajenas a su hábitat.
El único que queda es ‘Jorge’, rescatado en 1972 y que ahora es cuidado como rey en un centro de investigación en la isla Santa Cruz, donde tiene su base de operación el Parque Nacional Galápagos y la Fundación científica Charles Darwin.
Hace más de 40 años, el hombre introdujo a Pinta una de las plagas más letales para su frágil ecosistema, la cabra, que redujo a un mínimo el espacio de vida de las tortugas de la especie a la que pertenece ‘Jorge’, conocido también como El solitario.
Una primera fase para la restauración de Pinta fue la erradicación de las cabras, hace unos siete años, y esta semana empezó la segunda con la introducción de las 39 tortugas híbridas.

