Estados Unidos entregará la cárcel de Abu Ghraib a los iraquíes y trasladará a los prisioneros que tiene allí a otras instalaciones, informó ayer el teniente coronel estadounidense Keir Kevin Curry.
Los militares estadounidenses esperan poder terminar con el traslado de los 4 mil 537 detenidos a la nueva prisión Cropper en Bagdad dentro de los próximos meses, según dijo el teniente coronel.
En tiempos del ex presidente Saddam Hussein, los presos eran torturados en esa cárcel. Sin embargo, después de la invasión estadounidense de Irak en marzo de 2003, volvió a ocupar titulares en todo el mundo a principios de 2004, cuando se difundieron fotos de maltrato a prisioneros por parte de soldados estadounidenses. En las imágenes de 2004 podían verse presos desnudos obligados a formar pirámides humanas o llevados de un collar como perros por los militares.
El mes pasado se difundieron más fotos de los maltratos en la prisión registrados en esa misma época.
Varios de los reservistas que participaron en los abusos fueron juzgados en su país, Estados Unidos, entre ellos los "cabecillas" de los abusos, los soldados Charles Graner y Lynndie England, que tuvieron un hijo juntos.
Otros siete soldados fueron acusados formalmente de delitos en relación con los abusos de Abu Ghraib.
Después de que estallara el escándalo, el secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, admitió haberle ofrecido dos veces su renuncia al presidente George W. Bush, pero señaló que éste le pidió que se mantuviera en el puesto.
APLAZAN SESIÓN
En tanto, en territorios iraquíes, el presidente Jalal Talabani acordó ayer jueves aplazar para el 19 de marzo la primera sesión del nuevo Parlamento, una semana más allá de la fecha límite establecida en la Constitución, en respuesta a un pedido de la gobernante Alianza Chií, dijo un portavoz presidencial.
El alto funcionario de la alianza Jawad al Maliki dijo que el bloque, que tiene casi la mayoría en el Parlamento elegido en diciembre, estaba decidido a resistir los esfuerzos suníes y kurdos para forzarlo a descartar que Ibrahim al Jaafari continúe como primer ministro.
Y en el terreno judicial, 13 insurgentes fueron ahorcados ayer por la justicia iraquí, informó el gobierno.
Es la primera vez que rebeldes iraquíes son ejecutados en el país desde la invasión estadounidense de marzo del 2003.
El anuncio del gabinete dio solo el nombre de uno de los ahorcados: Shukair Farid, ex policía de la ciudad norteña de Mosul, quien supuestamente confesó haber colaborado con infiltrados sirios para reclutar a iraquíes a fin de que matasen a civiles y policías.
"Las autoridades competentes aplicaron hoy jueves lapena de muerte de 13 terroristas", dijo el gabinete.
Indicó que Farid había "confesado que extranjeros lo reclutaron para diseminar el miedo a través de asesinatos y secuestros".
La pena capital fue suspendida en Irak durante la ocupación formal por parte de Estados Unidos, que concluyó en junio del 2004. Los iraquíes restablecieron la pena de muerte dos meses más tarde para los condenados por homicidio, a quienes pongan en peligro la seguridad nacional, y a los narcotraficantes.

