El amago de crisis en el seno del Gobierno colombiano, desatado el miércoles por la renuncia del alto comisionado de paz, Luis Carlos Restrepo, fue conjurado rápidamente por el presidente Álvaro Uribe, aunque quedaron rencillas que no han sido superadas y que afectan las negociaciones con los paramilitares.
El mandatario no aceptó la dimisión del funcionario y en cambio le permitió hacer públicas sus diferencias en torno al polémico proyecto de ley de Justicia y Paz, que otorga beneficios penales a los paramilitares desmovilizados, presentado por el Gobierno para su estudio en el Congreso.
La decisión hizo que diversos sectores criticaran el hecho y señalaran que la frustrada renuncia de Restrepo deja al descubierto la desorganización que existe frente al tema del marco jurídico para el desarme de los paramilitares.
"El señor presidente me ha dado su apoyo, me ha pedido que continúe en el cargo. He insistido en mi deseo de retirarme pero él ha reiterado que debo continuar y así lo voy a hacer. Continúo", dijo Restrepo tras reunirse con el mandatario.
El comisionado de paz indicó que con el espaldarazo de Uribe para que pueda expresar públicamente sus diferencias sobre el proyecto de Justicia y Paz, decidió continuar en el cargo.
"Le he pedido al presidente que pueda hacer públicas las opiniones y discrepancias con el proyecto. El presidente me ha dicho que lo considera válido y viable", dijo Restrepo.
El funcionario presentó su renuncia la noche del miércoles tras considerar que si el proyecto de Justicia y Paz presentado por el ministro de Interior, Sabas Pretelt, prosperaba, perdería el manejo de las negociaciones con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
"Consideré correcto que dadas mis discrepancias con el proyecto de Justicia y Paz del Gobierno lo adecuado era retirarme del cargo. Tengo serias dudas con éste y sobre su viabilidad para alcanzar la paz", añadió el comisionado.
Para Restrepo, la iniciativa del Gobierno es el resultado de una fuerte presión de "la comunidad nacional e internacional" que busca más "el sometimiento que la alternatividad penal".
Por su parte, el ministro de Interior y Justicia señaló que el Congreso hará una concertación para aclarar las dudas que tenga Restrepo en torno al marco jurídico que guiará la desmovilización de los paramilitares.
"Lo más extraño de esto es que el comisionado y yo hemos estado de acuerdo en los procesos de paz, pero la redacción del proyecto le deja a él unas inquietudes y es al interior del Congreso donde vamos a pulirlas", dijo Pretelt.
El senador y presidente del Partido Liberal (oposición moderada), Juan Cristo, señaló que el amago de renuncia del funcionario refleja el caos que existe en el Gobierno.
"Me parece que hay una gran confusión y un caos al interior del gobierno que se ha extendido al Congreso y a la sociedad colombiana, debería aprovecharse este incidente para replantear el proceso y entender que sólo tendrá éxito si partimos de la base que va ser serio y de cara al país", señaló Cristo a la prensa.

