Tras la derrota del partido del Gobierno francés en la primera vuelta de las elecciones regionales el domingo, el sector del presidente Nicolas Sarkozy se esforzó este lunes por matizar los resultados y se mostró confiado en la segunda vuelta electoral.
El primer ministro François Fillon dijo estar seguro de que el próximo domingo se abrirá un nuevo capítulo. Otros líderes del UMP tuvieron palabras de aliento, como el secretario general, Xavier Bertrand, quien dijo que a la vista de la baja participación todavía puede haber una reserva de votos decisiva para la próxima semana, cuando se celebre la segunda vuelta.
Según los primeros datos parciales del Ministerio del Interior, 26.18% de los electores dio su apoyo al partido del Presidente, lo que reduce sus chances en la segunda vuelta. Incluso, en bastiones como Córcega, el apoyo al UMP ya no es seguro.
El Partido Socialista y otros grupos de izquierda sumaron en conjunto más de 50% de los votos.
Los socialistas cosecharon 29.48% de los votos, según esos primeros resultados, con una campaña basada en llamadas de castigo a la política de Sarkozy. Así, se convierten en la fuerza más importante y pueden contar con una mayoría en casi todas las circunscripciones regionales. Sin embargo, dependen casi en todas partes del apoyo del grupo verde Europe Ecologie, que obtuvo 12.47% de los apoyos.
Otro dato relevante fue el buen resultado de la formación ultraderechista de Jean-Marie Le Pen, el Frente Nacional, al que se atribuye 11.74% de los votos.
