WASHINGTON, DC (AFP). El vicepresidente chino Hu Jintao, considerado el próximo número uno del país comunista asiático, se reunió este miércoles en la Casa Blanca con el presidente George W. Bush, en un encuentro que puede marcar el tono de las futuras relaciones entre Washington y Beijing.
Con esta visita Hu tomó su paso más significativo hasta ahora en el escenario internacional, antes de ser ascendido, como se espera, al puesto más alto del Partido Comunista Chino a finales de este año.
Las primeras impresiones fueron importantes, y se sabe que Bush tiene la reputación de enfatizar en la química inicial que experimenta con los líderes extranjeros que conoce.
Los funcionarios estadounidenses, por su parte, aguardaron entusiastas la visita, para conocer las opiniones de Hu sobre política exterior y sobre los volátiles lazos entre Estados Unidos y China.
Bush le dijo a Hu que está complacido con el estado actual de las relaciones entre ambos países, según el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer.
Ambos discutieron la campaña estadounidense de persecusión de supuestos terroristas, los derechos humanos, Taiwan, asuntos agrícolas, proliferación de misiles y derechos humanos, dijo Fleischer.
Hu ha mantenido un perfil bajo durante su visita a Estados Unidos, evitando pronunciarse públicamente para no dar municiones a quienes se oponen en su país a su estatus de líder en turno.
Antes de reunirse con Bush, el vicepresidente Hu se reunió con su homólogo estadounidense Dick Cheney y se dirigió a un grupo de empresarios y académicos en un hotel cerca de la Casa Blanca.
El martes, el vicepresidente Hu expresó sus preocupaciones por el creciente y abierto apoyo de Estados Unidos hacia la isla asiática, y un funcionario estadounidense aseguró que el vicepresidente trató el tema en una cena con el secretario de Estado, Colin Powell.
El Secretario enfatizó en la política de 'Una sola China' y observó que las acciones de China tienen un efecto en Taiwan, dijo el funcionario, quien pidió el anonimato.
Agregó que Powell aconsejó acercamientos que reduzcan, no que aumenten las tensiones en la zona.