Cobró notoriedad como vocero de Francia contra la guerra en Irak. Ahora el ex primer ministro francés Dominique de Villepin vuelve a estar en la mira mientras se defiende de versiones de que elaboró una campaña de calumnias para impedir que su rival Nicolas Sarkozy ganara la Presidencia.
Los jueces de investigación presentaron cargos preliminares contra Villepin. Asimismo tomaron medidas para impedir que el acusado se reúna con el ex presidente Jacques Chirac y otros protagonistas de la supuesta campaña, aunque Villepin apeló, dijeron fuentes judiciales.
Villepin, que dejó el cargo en mayo cuando Sarkozy asumió la Presidencia, protesta su inocencia. Pero el caso ha empañado la reputación del diplomático cuyo momento de notoriedad fue cuando usó el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en 2003 para instar a Estados Unidos a no invadir Irak.
El caso comenzó con un supuesto intento en 2003-04 por desacreditar a Sarkozy, en ese entonces ministro del Gobierno y rival de Villepin dentro de su partido conservador UMP.
Sarkozy nunca ocultó sus ambiciones presidenciales. Villepin, de 53 años, era también considerado posible candidato antes de que su popularidad decayera durante huelgas y protestas por una ley laboral que promovió el año pasado.
Los cargos preliminares incluyen "complicidad en denuncias calumniosas" y "complicidad en el uso de falsificaciones", dijo Luc Brossollet, uno de sus abogados. De ser condenado, Villepin enfrenta posible pena de hasta cinco años de cárcel y una multa de unos 512 mil dólares.
Villepin juró luchar "para que surja la verdad". "En ningún momento participé en ninguna maniobra política", dijo Villepin ayer después de comparecer ante los jueces de investigación. El complicado caso ha conmovido al mundo político francés y ha perjudicado la reputación de Villepin, diplomático que fue otrora un astro de los conservadores franceses.
