Los pólipos que le fueron extirpados del colon al presidente George W. Bush no tienen rastros de cáncer, informó ayer, lunes, la Casa Blanca.
Los cinco pólipos, que le fueron extirpados a Bush durante una colonoscopía el sábado, son benignos, dijo el vocero Tony Snow. "El presidente goza de buena salud", declaró Snow. "No hay razones para estar alarmados". Bush deberá someterse a nuevos análisis dentro de tres años, añadió el portavoz, ya que este es el intervalo que corresponde dada la cantidad de pólipos extraídos.
Los pólipos son tejidos que crecen dentro del intestino grueso. La mayoría son benignos, pero con el tiempo pueden volverse cancerosos.
Los médicos los extraen y analizan, ya que se considera que el diagnóstico precoz es una de las mejores maneras de prevenir el mal.
Bush, de 61 años, se ejercita con regularidad, y se considera que su estado es excelente para su edad.
