Cuando ha transcurrido menos de una semana de la captura de Diego Montoya, considerado el más grande capo del narcotráfico desde Pablo Escobar, ya se inició la batalla de sucesión. Pero el eventual ganador podría heredar un cartel tambaleante y al borde de la extinción.
Las autoridades dudan que el sucesor de Diego Montoya tenga capacidad de mantener el ejército privado y la red de inteligencia que lo ayudaron a evadir una captura por años.
Esperando extradición a Estados Unidos por una acusación de 1999 que lo hace el narcotraficante más buscado por ese país, Montoya fue transferido el viernes para confinarlo en una fragata de la Armada en el Pacífico por razones de seguridad.
En tanto, anticipando una guerra de bandas en la ahora pobremente organizada organización del Norte del Valle, las autoridades inundaron con soldados y policías lo que era el bastión de Don Diego en el fértil Valle del Cauca.
Los expertos apuestan como heredero por quien era el principal rival de Montoya, Wilber Varela, un ex policía que escaló rangos en el cartel desde su comienzo como un chofer (Montoya empezó como "cocinero" en laboratorios de procesamiento de cocaína), y por quien igual al hoy detenido se ofrecen cinco millones de dólares por su captura.
"Lo que pasa es que cuando uno de los capos cae, los otros se toman a su gente", dijo Alfredo Montenegro, el jefe de Unidad Antinarcóticos de la Fiscalía colombiana.
Un día después del arresto en Brasil el mes pasado de Juan Carlos Ramírez, Varela telefoneó al jefe de su grupo de subordinados para advertirle: ‘ustedes ahora trabajan para mí’. "El tipo sabía que si no aceptaba trabajar para Varela estaría muerto", agregó Montenegro, refiriéndose a informes de inteligencia.
Varela, de 49 años, ha estado atrapado en una guerra con Montoya por cuatro años que las autoridades dicen que ha dejado más de mil muertos y, aparentemente, surgió cuando Varela ordenó matar a Miguel Solano, un entrañable amigo y testaferro de Montoya en Cartagena, según informes de la Policía Judicial.
Es el ejército privado de Varela el que puede ponerlo en ventaja frente a otros rivales, de los cuales las autoridades señalan a tres colaboradores de Montoya.
Entre los candidatos a emerger está Omar Varela (sin parentesco con Wilber), quien es conocido como "Capachivo", dijo el jefe de la Policía Judicial, el coronel César Pinzón.
Fue acusado en febrero por una corte de Florida bajo cargos de traficar cocaína durante los últimos 20 años e involucrarse en las torturas a un informante, supuestamente asesinado por el cartel.
"Capachivo" es sospechoso de ser autor intelectual de la masacre de un escuadrón elite de 10 policías antinarcóticos en el 2006, que fue ejecutada por militares que actualmente están en juicio.
Pero cualquier eventual ganador podría heredar una operación mucho más pequeña y un cartel del Norte del Valle debilitado, que ahora depende de guerrillas izquierdistas o de paramilitares de extrema derecha para abastecerse de cocaína.

