El Gobierno chileno logró ayer domingo tomar contacto a través de un pequeño ducto con los 33 mineros enterrados a 700 metros de profundidad en el desierto de Atacama.
“Estamos bien en el refugio los 33”, rezaba una carta encontrada en un martillo de perforación por las autoridades, que comenzaron ahora una etapa de rescate que tardará como menos cuatro meses.
El presidente Sebastián Piñera, tras reunirse entre aplausos con los familiares, ratificó la noticia, blandiendo la carta enviada por los trabajadores desde el fondo de la derrumbada mina San José.
La noticia, trascendida primero extraoficialmente por los rescatistas, hizo estallar de alegría a los cientos de familiares de los mineros, en vigilia desde el derrumbe del 5 de agosto.
“Sí, venía un mensaje con lápiz rojo”, confirmó un rescatista, en medio de aplausos, desmayos, gritos y lágrimas de los familiares.
Cientos de ellos subieron a los cerros aledaños y comenzaron a cantar el himno nacional, blandiendo banderas y abrazándose.
El presidente Piñera, quien dijo que había soñado con el rescate, agregó que el rescate tardará meses, pero que “espera será distinta”, gracias a la certeza de que los mineros están vivos.
La perforación concluida ayer, de ocho centímetros de diámetro, permitirá abastecer de oxígeno, agua y víveres y vituallas a los mineros.
