Al menos 29 milicianos, incluyendo dos comandantes, han muerto en cuatro días de intensos enfrentamientos en los que el gobierno busca proteger rutas usadas para el transporte de provisiones en el norte de Afganistán, dijo el domingo el Ministerio del Interior.
Además, un soldado de las fuerzas internacionales murió el sábado al explotar una bomba escondida en un camino del sur del país, informó la OTAN. Este mes, 24 soldados extranjeros han muerto en Afganistán.
La semana pasada las fuerzas internacionales y afganas lanzaron una ofensiva en Baghlan, una provincia del norte, para intentar expulsar a los talibanes de ciertas áreas, incluyendo los alrededores de la capital provincial, unos 190 kilómetros (120 millas) al norte de Kabul.
Los insurgentes han aumentado sus ataques en lo que era una provincia poco violenta, pues intentan obstaculizar una vía clave para el transporte de provisiones para las tropas extranjeras en el norte.
Los ataques aéreos de la OTAN dejaron 29 muertos y 52 heridos entre los insurgentes, dijo Zemeri Bashary, vocero del Ministerio del Interior, quien supervisa a la policía afgana.
Al menos tres policías afganos y cuatro soldados alemanes han muerto en combate, agregó.
Entre los talibanes ultimados se encontraban dos comandantes importantes, informó Bashary, sin dar más detalles.
En la provincia Faryab, en el norte del país, una persona murió y 14 resultaron heridas el domingo cuando una bomba activada por control remoto estalló en un ajetreado, dijo Ahmad Jawed Bedar, vocero del gobernador provincial.
Por otro lado, el ministro de Relaciones Exteriores de Italia, Franco Frattini, dijo ayer que tres trabajadores humanitarios italianos detenidos la semana pasada en Afganistán fueron liberados. Frattini dijo en una declaración que está agradecido por la solución de la cuestión.

