Un brote de fiebre amarilla ha causado la muerte de 45 personas, mientras otras 178 se encuentran hospitalizadas en el norte de Uganda, donde esta enfermedad había desaparecido desde 1972, informó el martes a EFE el Ministerio de Salud.
Según dijo James Kakooza, secretario de Estado de Salud, la enfermedad ha aparecido en nueve distritos poblados por víctimas de la sanguinaria guerrilla del Ejército de Resistencia del Señor (LRA), que habían huido a países vecinos durante las pasadas dos décadas y que habían regresado a Uganda en los últimos tres años.
Los refugiados retornados del sur de Sudán y de la República Democrática del Congo, donde la enfermedad se mantiene, podrían ser los portadores de la fiebre amarilla, agregó Kakooza.
Kakooza dijo que el país carece de suficientes vacunas como para hacer una campaña contra el brote, pero que trabaja con la Organización Mundial de la Salud, la Agencia de Cooperación de Estados Unidos y el Global Fund para importar las vacunas.
