Crece la polémica mundial por la publicación en Dinamarca de unas caricaturas del profeta Mahoma, que han desatado la ira en el mundo musulmán y agrupado a Occidente en la defensa del derecho de la libertad de expresión.
"En ese debate se enfrentan dos visiones del mundo, dos creencias, dos culturas. Occidente, que reserva un papel fundamental a la libertad de expresión, y el mundo musulmán para quién la representación del profeta se asimila a un crimen", explicó ayer el periódico suizo 24 Heures, que ha publicado las caricaturas.
Lo cierto es que la respuesta del mundo musulmán ha sido el conflicto diplomático y el boicot comercial a Dinamarca, seguido de manifestaciones, quema de banderas danesas y amenazas a intereses europeos, como la oficina de la UE en Gaza que tuvo que cerrar ante las presiones de 60 manifestantes armados.
Si no se disculpan, los milicianos han amenazado con atacar en un plazo de 48 horas objetivos de Francia, Dinamarca y Noruega y están dispuestos a bombardear otros objetivos europeos si persiste la convocatoria de una marcha, el domingo en Dinamarca, en defensa de la libertad de prensa.
Los hechos se iniciaron el pasado septiembre, cuando el diario danés Jyllands-Posten publicó la caricatura de Mahoma con un turbante en forma de bomba y diciendo que el Paraíso se estaba quedando sin vírgenes, viñetas que fueron reproducidas hace un mes por una revista noruega.
A las violentas protestas musulmanas, parte de la prensa occidental reaccionó publicando las caricaturas a las que han añadido imágenes de otras religiones para intentar restarle importancia.
Este miércoles, el periódico francés France Soir reprodujo las 12 caricaturas, pero su difusión fue prohibida en Marruecos y su director cesado de inmediato por el dueño delrotativo, el franco-egipcio Raymond Lakah.
El ministro francés del Interior, Nicolas Sarkozy, en una entrevista a la cadena LCI, reconoció "el exceso" de esas caricaturas, en las que Mahoma aparece representado como un terrorista, pero dijo que prefiere "el exceso de la caricatura al exceso de la censura"
La BBC de Londres dio un paso más y anunció que las difundirá "de forma responsable" y "en contexto", con el fin de que "los telespectadores puedan entender por qué su publicación ha provocado emociones tan intensas".
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