PARIS, Francia (AFP).- Ninguna hipótesis está descartada sobre el origen de la mortífera explosión de una usina química el 21 de septiembre en Toulouse, (sureste de Francia), dijo ayer jueves en París un ministro francés, mientras que la prensa señalaba que entre los muertos hay un norafricano vestido como los mártires islamitas.
El ministro del medio ambiente, Yves Cochet, declaró: una nueva información nos ha llegado hoy que muestra que puede haber origen terrorista pero no descartamos ninguna hipótesis, ni mucho menos la del accidente.
En la enorme explosión de la usina química AZF, en la ciudad de Toulouse, perecieron 29 personas.
El diario parisiense Le Figaro reveló el lunes -e insistió este jueves en primera página- que el cadáver de un norafricano, no registrado en la lista oficial de víctimas, fue hallado entre los escombros de la usina AZF destruida.
Según dicho rotativo, este hombre habría sido hallado vestido con varios calzoncillos y camisetas, como se visten los terroristas-suicidas islamitas para protegerse el cuerpo con miras a su llegada al Paraíso.
Los kamikazes musulmanes son enviados al sacrificio por sus jefes religiosos que les recuerdan que, según su religión, Alá les otorga en el Paraíso 70 mujeres vírgenes para un goce carnal eterno.
El semanario Valeurs Actuelles revela en su edición de hoy viernes que el muerto se llamaba Hasán Jandubi, originario de Túnez, pero con nacionalidad francesa, conocido de la policía como pequeño delincuente y simpatizante islamita iniciado en el fundamentalismo por un imam de Toulouse.
Según Le Figaro, Hasán Jandubi acababa de ser contratado para trabajar en el taller número 221 de la usina AZF, justamente donde se produjo la mortífera explosión.
