Nicholas Hughes, hijo del poeta británico Ted Hughes y la poetisa estadounidense Sylvia Plath, se quitó la vida en Alaska 46 años después de que su madre también se suicidara, informa ayer la prensa británica. Hughes, de 47 años, soltero y sin hijos, que había sido hasta hace poco profesor de ciencias oceánicas en la Universidad de Alaska Fairbanks, atravesaba un período de depresión, según su hermana, Frieda.
Nicholas Hughes era solo un bebé cuando se suicidó su madre, en 1963, tras una turbulenta relación con su esposo, pero Sylvia Plath le dedicó uno de sus últimos poemas, el titulado “Nick and the Candlestick” (Nick y el Candelabro).
En 1969, Hughes sufrió otra pérdida terrible cuando la que era entonces su amante se quitó la vida y mató de paso a su hija soltando el gas en aparente imitación del método elegido por Plath.
Ted Hughes hizo todo lo que pudo para proteger a los dos hijos que tuvo del matrimonio con Plath del interés morboso en la figura de su madre y no les reveló que se había suicidado hasta que llegaron a la adolescencia.
Nicholas Hughes siguió una carrera científica y, como dijo antenoche un amigo de la familia, “sería un error considerarle una figura inevitablemente trágica”.
