Desde hace dos meses, Lourdes Ruiz, una artesana capireña de 45 años, dedica más de ocho horas al trabajo de decoración de las figuras que serán montadas en los carros alegóricos que durante los cuatro días de Carnaval expondrá la tuna de Calle Arriba de Capira.
Su trabajo consiste en colocarle escarchas a las figuras de hielo seco, una tarea que asegura tiene su técnica y que espera le genere una ganancia de $400.
Lourdes se emplea en el taller de Calle Arriba de Capira desde hace dos años, donde este año el trabajo es mayor, dado que se cumplen 35 años de celebrarse la fiesta de Momo.
Segundo Olivares, quien trabaja en el armado y pintura de las carrozas carnestolendas, asegura que son pocos los detalles que restan para el montaje final de las diversas alegorías.
Este año, los costos de organización del Carnaval superan los $100 mil en vestuario de la reina y materiales, algunos traídos desde México.
Según Olivares, la temática de este año gira en torno al coral y el hinduismo, lo que requirió de la contratación de una empresa privada para el tallado de figuras.
Según el alcalde de Capira, Iván Saurí, cada año la organización de estas fiestas resulta más costosa, por lo que apeló a la entrega de un subsidio oficial.
Saurí calificó de “censurable” el que el Gobierno entregue de forma exclusiva recursos económicos a la junta de Carnaval de la capital, la cual debiera generarlos mediante autogestión.
Agregó que para los cuatro días de jolgorio se ha dispuesto una serie de regulaciones para la venta de licor y el acceso al área de Carnaval.
Para estas fechas también se ha regulado la cifra de personas que puedan montar los “grillos” y carros cisterna.
Se han establecido seis puntos de acceso y salida al área, los cuales serán vigilados por la Policía Nacional.
