En medio de grandes expectativas por los cambios que se darán este mes con el inicio del año escolar, administrativos, docentes y estudiantes del colegio Abel Bravo (CAB) de Colón se preparan para estrenar nuevo hogar.
Durante 66 años el emblemático CAB, primer centro educativo oficial de la costa atlántica, se ha debatido entre un inolvidable y glorioso pasado y el deterioro que han dejado las inclemencias del tiempo en sus añosas estructuras.
Para su directora, Leticia Paddy de Holder, llegar al momento en que se debe ir recogiendo todo para la mudanza no ha sido fácil, pues en los últimos cuatro años han enfrentado oposiciones y obstáculos a los cambios.
2013, expectativas
“El año 2013 fue muy beneficioso para el CAB, pues no se perdieron días de clases, y lo más importante fue que logramos generar en nuestros estudiantes expectativas de cambio, transformación de nuestras conductas y cuidar nuestra segunda casa que será un nuevo plantel ubicado en las áreas revertidas de Espinar”, indicó.
El nuevo instituto secundario laborará bajo el nuevo concepto de “escuela modelo o de excelencia” y agrega a su programa el bachillerato con énfasis en informática.
El entusiasmo también es compartido por padres de familia y estudiantes. La acudiente Minerva Cover indicó que la adquisición de este espacio en las áreas revertidas es bien merecida y es parte de la retribución que se ha ganado su alma máter por participar de la lucha generacional por el rescate de nuestra soberanía, en la gesta del 9 de enero de 1964
“Yo soy una abelista y me siento orgullosa de que mi hijo, quien ingresará al sexto año, también se gradúe en este prestigioso colegio.
Obstáculos superados
La alegría contagia a toda la familia abelista. Lejos ya quedaron la oposición de algunos vecinos de Espinar y Margaritas que rechazaban la construcción de este colegio oficial en las áreas revertidas, dejando entrever una discriminación clasista; otros argumentaron que se atentaba contra el sistema ecológico y el hábitat de muchas especies, y, por si fuera poco, se confrontó a algunos docentes opuestos a dejar la vieja e insegura sede.
Mohamed Yaffar, residente de Brazos Brooks, y quien se opuso con criterios ambientalistas a la inevitable devastación que requirió la construcción del plantel, dijo con resignación que ya no podía hacerse otra cosa, pero planteó la necesidad de dotar de seguridad policial al área, tanto para residentes, como para estudiantes.
alumnos y docentes
Nuritza Garibaldi es una adolescente de 17 años que ha hecho todos sus estudios en el viejo plantel. Está muy entusiasmada porque este año se graduará, pero en una nueva alma máter. Lo que más la motiva es que en el nuevo plantel contará con tecnología de punta y facilidades tanto en el ámbito cultural como deportivo, de las que antes carecían.
Sin embargo, entre los docentes aún hay mucho escepticismo. Si bien la mayoría, como la profesora Selvia Millar, estima que los cambios serán favorables y están listos para brindar su aporte, otros, como Alberto Meléndez, han aceptado la mudanza, pero advierten que “serán la piedra en el zapato” de la directora hasta que se logre resolver el problema del transporte para alumnos y docentes, tomando en cuenta lo distante del instituto.
La vieja sede del CAB albergará a un museo y a la Escuela Secundaria Nocturna Oficial.
LAS CIFRAS DEL NUEVO PLANTEL
$13 MILLONES
Inversión del Meduca
7:00 a.m. a 3:00 p.m.
Nuevo horario de estudios
2 mil 200
Estudiantes matriculados en tres bachilleratos
26 DE JUNIO DE 1942
Fundación del colegio

