Algunos jubilados de la provincia de Chiriquí están ofreciendo sus servicios en los cementerios de la ciudad de David como “cuidadores de tumbas”, una alternativa laboral que, según ellos, les ayuda a redondear las exiguas pensiones que reciben.
Uno de estos señores, quien prefirió mantener su nombre en reserva, manifestó que desde la madrugada del miércoles 24 de diciembre inició la fiscalización de las 29 tumbas que debe cuidar, aunque no reveló cuánto devengaría por esta labor.
Otro “cuidador de tumbas”, Arquímedes Salinas, señaló que el beneficio del programa “120 a los 65” representa un alivio, pues la tercera edad lo soprendió sin ningún tipo de seguridad económica.
Lo mismo dijo le sucedió a su hermano Norberto, quien es el responsable de proteger 54 tumbas del camposanto de la capital chiricana.

