Muchos fueron los seguidores de san Antonio de Padua, el santo de los casos difíciles de las familias humildes, que participaron este fin de semana de la misa y la procesión acuática, en Bahía Honda, distrito de Soná, provincia de Veraguas.
El padre Venancio Cianca, vicario cooperador de la parroquia de Soná, resaltó en su homilía las bondades del santo. Acto seguido, bautizó a siete infantes.
Vale indicar que al momento de abordar las embarcaciones para la procesión acuática del santo, el muelle de madera se partió en dos, lo que causó que gran cantidad de personas cayeran a lo profundo, lo que generó mucho pánico.
Gracias a buzos criollos, se logró rescatar ilesos a los accidentados, incluyendo al padre Cianca, lo que atribuyeron fue un milagro de san Antonio, quien intercedió para salvar sus vidas.
