Los residentes nativos de El Valle de Antón reconocen que el pueblo no tiene la mejor imagen cuando un turista llega al mirador, un sitio que se eleva a 600 metros sobre el nivel del mar y que además es considerado la puerta de entrada al poblado.
Señalan que el mirador nunca ha tenido un área que brinde la opción de servicios higiénicos y agua.
El viejo mirador es una plataforma de cemento sin protección, con bancas muy viejas que cuando llegan los turistas, estos las utilizan para pararse y tratar de mirar el pueblo en medio de las empalizadas que lo cubren.
El mirador no tiene agua ni servicios higiénicos ni puesto de información rápida que ayude de inmediato al visitante, dice Efraín Trujillo, pintor de obras en madera.
Igual concepto tienen también las autoridades de El Valle de Antón, una región que ofrece su ambiente natural al servicio de losvisitantes.
Julio Rodríguez, representante del lugar, admitió que el mirador presenta una imagen inadecuada y se constituye en una debilidad turística que hay que mejorar.
Rodríguez aseguró que se va a empezar primero por hacer una limpieza visual eliminando los letreros viejos, pero reconoció que hay que hacer una consulta para ver las condiciones en que se colocaron los letreros y las vallas publicitarias, para proceder.
Agregó que también se planea reestructurar el mirador construyéndolo nuevo, y para eso dijo que ya hay planos de la obra, pero hace falta el diseño eléctrico.
