Viven rodeados de un caudaloso río, pero su necesidad de agua continúa. El acueducto tiene cinco años de no operar y ninguna autoridad se pronuncia para darle respuesta a la comunidad.
Los bocacupeños esperan que el proyecto presidencial “100/0” (100% agua potable y cero letrinas) los incluya.
Esta es la dura realidad que viven mil habitantes de este poblado darienita, a 70 kilómetros al este de La Palma. Tienen grifos en sus casas, pero de estos no sale siquiera aire, porque la potabilizadora tiene una pieza dañada que no ha podido ser reemplazada.
A su lado pasa el majestuoso río Tuira, con su inmenso volumen de agua, pero lodosa por las lluvias.
Para dotarse de agua, fregar los trastes y preparar la comida, incluso bañarse, deben recurrir al agua sucia del río. Si es de lluvia, la guardan en tanques que luego hierven o clorinan.
Muchos han optado por comprar dispensadores con filtros a base de arena y piedras, cuyo precio oscila entre $175 y $270 o simplemente salir a comprar agua embotellada al poblado de Yaviza, a seis horas en bote.
La escuela, el centro de salud y otras oficinas públicas se ven afectados en su funcionamiento por la falta de agua. “Sería de gran ayuda que nos resuelvan la ausencia de agua potable, porque así como estamos no se puede vivir”, indicó el morador José Asprilla desde su casa.
