Serias dificultades vienen atravesando los campesinos de varias comunidades del corregimiento de Bajos de Güera, en la provincia de Los Santos, quienes viven en ranchos y casas de madera en pésimo estado.
Estas personas no cuentan con el recurso económico para poder reparar sus viviendas, además de que no hay suficientes pencas y árboles disponibles para las remodelaciones.
Un inventario realizado por la junta comunal revela que en este lugar existen 67 ranchos con piso de tierra y con techo de pencas de palma que están en malas condiciones. A esto s se le suman 27 casas hechas de madera en mal estado, donde residen cerca de 360 personas.
Uno de los afectados, Santos Eleuterio Marín, manifestó que ya no les quieren donar las pocas pencas y troncos disponibles. “Nos las quieren vender, pero no tenemos el dinero para comprarlas”, comentó Marín.
Explicó que con cada aguacero que cae se les mojan los pocos artículos que tienen, y los granos que almacenan, como arroz y maíz, muchas veces se les dañan debido a la humedad que mantienen los lugares en donde los guardan
Martín Córdoba, representante del lugar, confirmó que cada día se deterioran más estas chozas y aumentan las necesidades de sus habitantes, ya que no hay árboles para las reparaciones.
Córdoba dijo que a pesar de que se han apoyado con partidas de la junta comunal para solucionar algunos problemas de piso y techo, se necesita más para poder ayudar a las personas que viven en extrema pobreza.
Agregó que en el Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial reposan los expedientes de 10 familias que urgen de apoyo, y que se espera que estos sean agilizados.
Bajos de Güera se ubica en el distrito de Macaracas y cuenta con 692 habitantes.

