Los niños Alejandro Cedeño y Sergio González nunca cejaron en su empeño por aprender a tocar la mejorana y el violín.
A pesar de que tenían que trasladarse dos veces a la semana desde sus hogares en La Villa de Los Santos hasta Guararé, hoy se sienten complacidos de poder ejecutar la música típica vernacular.
Ambos forman parte de un grupo de 40 niños que han aprendido a tocar estos instrumentos musicales para que no se pierda la esencia de la panameñidad.

