Cuando Ali Babá exclamó las famosas palabras ante la cueva de los 40 ladrones, hizo eco de la voz marrullera que al pie de la cocina transforma, pacientemente, esta pequeña semilla blanca, y a suave calor la seduce hasta que finalmente rinde sus aceites fragantes y sensuales.
Historia y geografía El sésamo o ajonjolí, que es su nombre correcto en español, es uno de los cultivos más antiguos conocidos por el hombre; se originó en Egipto o la cuenca mesoriental, siendo una variedad anual que guarda sus semillas en vainas de 1.25 centímetros que tienden a rajarse para que la semilla se esparza: De ahí, posiblemente, aquello de ¡Abrete Sésamo! Además, su nombre está entre los pocos que nos vienen del egipcio antiguo: sesemt. Además de su conocida presencia en los cuentos de las mil y unas noches, sabemos del ajonjolí por Heródoto, por Estrabo y por una mención en una tableta de arcilla encontrada en el palacio de Nabucodonosor (siglo VI a.C.) De Persia pasó a la India y a la China alrededor del siglo V d.C., y se expandió por todo el resto de Asia.

