Con la quiebra personal de los hermanos de la Guardia, sus bienes pueden ser embargados y repartidos posteriormente entre sus acreedores, explicó Narciso Arellano, curador de la quiebra del Grupo Adelag.
La resolución judicial fue emitida el jueves 28 de noviembre y está siendo notificada por edicto a las partes involucradas.
En este escenario es muy probable que Carlos de la Guardia apele este último fallo ante la Corte Suprema de Justicia, acción que paralizaría nuevamente las gestiones de la quiebra.
Además de los recursos legales que habían estancado el proceso, los hermanos de la Guardia también han interpuesto demandas para evitar que sus acciones en Fiesta Casinos puedan convertirse en dinero líquido.
A través de dos sociedades, los hermanos de la Guardia tenían acciones en Fiesta Casinos. Estos instrumentos tienen un valor importante en el mercado, explicó Arellano.
Aquilino y Carlos de la Guardia alegan que las acciones habían sido traspasadas a otra sociedad, antes de la quiebra de Adelag, con lo cual aspiran a que no formen parte de los activos de la quiebra.
Las acciones de los hermanos de la Guardia en Fiesta Casinos están embargadas, y los dividendos que pagan son depositados en una cuenta bancaria; sin embargo, el dinero no se puede utilizar hasta que no se resuelvan las demandas.
Arrestos y quiebras En materia de quiebras, el Ministerio Público tuvo unas semanas movidas. La Fiscalía Tercera ha girado orden de detención preventiva contra los directivos de Grupo Fotokina y The Providence Corporation.
Algunos se preguntan por qué no ha sucedido lo mismo con los directivos del Grupo Adelag, que dejó deudas por más de 30 millones de dólares, lo que afectó también a pequeños inversionistas que adquirieron bonos corporativos de empresas quebradas.
Estas órdenes de detención obedecen a demandas penales que se siguen de forma paralela al proceso de quiebra e incluso se dan antes de que las quiebras sean calificadas como fraudulentas.
Arellano no descartó que próximamente el Ministerio Público también pueda girar alguna medida cautelar u orden de detención preventiva contra los hermanos de la Guardia, a pesar de que ha actuado con mayor celeridad en el caso del Grupo Fotokina.
Las consecuencias que ha dejado la quiebra de Adelag son mucho más graves por tratarse de una empresa pública que tenía valores en el mercado y afectó a muchos tenedores de bonos. Se trata de delitos contra la economía, donde ni siquiera hemos podido encontrar los libros de contabilidad de la empresa, argumentó Arellano.
La Prensa pudo conocer que Carlos de la Guardia se encuentra en Panamá y trabaja en el negocio de bienes raíces al frente de uno de los nuevos proyectos del Grupo Shahani, denominado Vista Mar, a tres kilómetros de San Carlos.

