Ancón está sumergido en el boom urbanístico que impacta de manera negativa a sus residentes. Para muchos es un desarrollo no sostenible, sustentado en proyectos con estudios de impacto ambiental mal categorizados y en consultas ciudadanas poco confiables. Estos son algunos de los principales reclamos. El corregimiento se creó el 1 de octubre de 1979, y se le dio ese nombre en honor al primer barco que cruzó el Canal de Panamá, está cumpliendo su trigésimo quinto aniversario.
Desde antes de su creación fue de interés como sitio de tránsito, durante la llegada de los españoles al país (en 1501). Hoy, una realidad que no ha cambiado, otra de las inquietudes, es el alto tráfico en horas pico, ocasionado por los automóviles que se dirigen al sector oeste. En comunidades como Balboa, Tabernilla y calle Morgan, los vecinos se ven muy afectados para poder salir a la vía principal.
Al margen de los problemas, Ancón se caracteriza por la alegría de su gente, su hospitalidad, la belleza natural de sus áreas verdes, pues la tierra canalera, como algunos le llaman, preserva una exótica flora y fauna. Ahí, los perezosos, ardillas y venados se dejan ver en las faldas del cerro Ancón al atardecer. Su flora se compone de centenarios ficus, robles, guayacanes y cedros.
En materia económica cuenta con destacadas empresas, entidades del Gobierno y uno de los aeropuertos más importantes del país. Además, es considerado el territorio insigne de las luchas generacionales, en donde se ubica el Canal de Panamá, cuyo impacto es innegable en el desarrollo socioeconómico del país. Precisamente, en vista de que cada día se ejercen más presiones para desarrollar proyectos de todo tipo, sus residentes practican la participación comunitaria para preservar su carácter de “ciudad jardín”. Y cuentan con el apoyo de Iván Vásquez, quien ejerce su segundo periodo en la Junta Comunal.
La normativa vigente en materia de desarrollo está regulada por la Ley 21, del 2 de julio de 1997, que especifica el Plan Regional para el Desarrollo de la Región Interoceánica y el Plan General de Uso, Conservación y Desarrollo del Área del Canal. La gestión comunitaria se enfoca en fortalecer tres pilares fundamentales: el deporte, el ámbito ecológico (medio ambiente) y la reafirmación de los hechos históricos acontecidos en el área canalera.
Felicitamos a los residentes que habitan en las diferentes comunidades del corregimiento, como Balboa, Altos y Llanos de Curundú, Clayton, Corozal, La Paz, Diablo, Los Ríos, Albrook, Ancón, Villa Esperanza, Paraíso, Pedro Miguel, Guna Nega, Nuevo Chagres, Valle de San Francisco, Cárdenas, La Boca, Tabernilla, y en la denominada área Nueva, conformada por 23 comunidades que colindan con la urbanización Condado del Rey.
