Fernán Molinos D.
Omar Jaén Suárez se destaca entre los panameños que han enriquecido nuestra cultura con una dedicación apasionada a la investigación histórica. Cada una de sus obras constituye un estudio minucioso de una etapa, de un período o de un ciclo de la vida panameña que contribuye de manera oportuna a ordenar, antropológicamente si se quiere, los elementos del ser nacional. Su formación académica como geógrafo de la Sorbona, además de aportarle instrumentos científicos de análisis, afinó en él los sentidos del historiador. De allí que cada nueva obra suya concite un interés especial. Tal es el caso de Las negociaciones sobre el Canal de Panamá (1964-1970), disponible ya en las librerías locales.
De partida hay que elogiar la impresión magnífica que de esta obra ha hecho Editorial Norma para su colección Vitral. El papel, la composición de sus más de 400 páginas de texto central y 70 destinadas a la cronología, la bibliografía y un índice onomástico, dejan atrás la condición a veces menesterosa con que se acoge a la producción literaria del país. En este, como en casos recientes, se reconoce la importancia de nuestros autores. Destáquese, también aquí, la acertada selección de fotografías.
La historia rehúye el tratamiento inmediato de los hechos que la conforman. Ente vivo, desconfía de sus actores; recela de las emociones de estos. Se toma su tiempo. Atempera perspectivas. Fermenta testimonios. Reposa emociones. Aguarda para mostrarse. Ajena y distante a los momentos pasados. Plena, cierta.
Corresponde al historiador sortear los meandros del tiempo; cernir la calderilla de lo vacuo y rescatar lo sustancial de los sucesos. Debe descifrar las señales enmascaradas; las pistas erradas; los juicios interesados. No puede ser, tampoco, escriba aséptico nada dispuesto a padecer las miserias humanas. No escamoteará la verdad fea para complacer a algunos sin incomodar a otros. Su tarea es recrear la escena. Dar cuerda al reloj para que comience a marcar el tiempo exacto de los hechos que fueron.
Con la documentación abundante, aunque cautelosamente compartida en Panamá y la disponible en archivos de Estados Unidos, Jaén Suárez se propuso la tarea para algunos seguramente prematura de documentar la historia de las negociaciones de los tratados llamados tres en uno. Que no llegaron a serlo en virtud de que no fueron suscritos por los países que trabajaron largamente en la redacción de sus textos.
En la perspectiva que permiten los momentos actuales, a muchos la mitad de los 60 pudiera hoy parecernos más años de distancia de los que en verdad son. No se vislumbraban los cambios ni las transformaciones radicales que el mundo habría de vivir de manera cada vez más acelerada a partir de los 70. Ni el shock del futuro ni internet estaban en el futuro, y la política global se limitaba al eterno tira y jala entre las dos máximas potencias del planeta. ¡Quién imaginaba el glasnot, la perestroika, o las torres gemelas!
Los hechos que determinaron la negociación de los tratados del 67, puntual y objetivamente registrados en el nuevo libro de Jaén Suárez, configuran un punto crucial en el levantamiento estudiantil y cívico del 64, que en esta obra es documentado con las versiones tanto panameña como estadounidense sobre tan trágicos sucesos. ¿Sería hoy distinta nuestra relación con Washington sin aquel 9 de enero? La pregunta vale tanto como esta: ¿Sería hoy igual el estado de los derechos humanos en Norteamérica sin el sacrificio de Martín Luther King? O esta otra: ¿Habría caído el Muro de Berlín sin Gorbachov? Solo que la historia no especula. Una vez puesto en marcha, el reloj no se detiene. Y para Panamá, los hechos que van de 1964 a 1970 terminarían por modificar inexorablemente sus vínculos con Estados Unidos.
Un valor adicional de esta obra está representado por su contribución convergente a la historia de la diplomacia panameña. Representantes de los gobiernos, los negociadores han de sostener en la mesa donde dialogan batallas que ahorran confrontaciones y guerras entre los Estados. Las libradas en torno a los tres en uno son tenaces y, en momentos, feroces. Washington negocia desde una posición de supremacía mundial e incuestionable influencia hemisférica. Panamá, a su vez, reclama respeto. Igualdad de trato. Equidad. Solo justicia. Los delegados estadounidenses son veteranos de carrera; funcionarios experimentados. Del lado panameño también hay estadistas probados; jurisconsultos capaces. Patriotas. También los hay animados más por sus intereses que por los del país. Para Estados Unidos, un tratado internacional más por negociar. Para Panamá, el desafío más concreto de su joven historia.
Vivos aún muchos de sus protagonistas, algunos cuestionarán el papel que desarrollan en las páginas de este libro; otros simplemente no se reconocerán. Hallarán distorsionados en el espejo del tiempo los actos que entonces consumaron. Culparán al historiador. Como se responsabiliza al mensajero del desastre que traen su noticias.
Como bien lo indica su autor, este libro no pretende agotar el estudio de los acontecimientos del período abarcado en sus páginas. Este, como otros capítulos referentes de la historia del país, reclama la contribución de historiadores e investigadores decididos a escudriñar de manera responsable y objetiva los hechos fundamentales de la nación. Y esto significa mirar agudamente hacia atrás y hacia adelante del período 64-70.
Y si es trascendental para el reconocimiento del mencionado ser nacional todo lo concerniente al surgimiento de la República en 1903, no lo es menos lo relativo a los tratados de 1977. En este último caso será una empresa colosal dado que, según se sabe, el Gobierno de Panamá dispuso que no se conservaran actas oficiales. Esto con el fin de que sus actores, se dice, no reclamaran protagonismo histórico exclusivo de los resultados de las negociaciones.
En resumen, este libro de Omar Jaén Suárez viene a confirmarnos que la historia de Panamá está por escribirse. Y que la obra del autor es un aporte capital a este propósito.
El autor es miembro del Fórum de Periodistas por la Libertad de Expresión e Información
