La Contraloría General de la República investiga la cuantía de los beneficios personales que médicos especialistas, enfermeras, auxiliares de enfermería y técnicos quirúrgicos obtuvieron durante el periodo en que se permitió practicar la atención médica privada en el Hospital Aquilino Tejeira, de Penonomé, en la provincia de Coclé.
Los resultados preliminares de una auditoría ordenada por esta institución, según informaron a La Prensa fuentes del Ministerio de Salud (MINSA) que pidieron estricta reserva de su nombre, determinaron que entre el 1 de enero de 1999 y el 30 de abril del 2001 se practicaron 139 cirugías privadas en horario regular, turnos extra y tiempo libre.
De acuerdo con la información recabada, la administración del hospital solo cobraba al paciente privado un paquete quirúrgico de cirugía, cuyo costo variaba entre 25 dólares y 150 dólares.
A ello había que sumarle los costos de servicios como hospitalización, laboratorios, medicamentos, rayos X e insumos.
El paciente privado además pagaba al médico cirujano honorarios por sus servicios; estos ingresos eran percibidos por los galenos aparte del salario regular.
La fecha, hora de la cirugía y la atención personalizada del paciente era coordinada únicamente entre el paciente y el cirujano.
Esto, según las fuentes, limitó a los investigadores para cuantificar los beneficios obtenidos por cada uno de los funcionarios que participó en estas cirugías.
El cobro por los servicios de la enfermera, el auxiliar de enfermería y el técnico quirúrgico era percibido por la jefa de enfermería del salón de operaciones, directamente del familiar del paciente.
Las indagaciones demostraron también que durante turnos regulares se realizaron 44 cirugías a pacientes privados.
En los turnos extra se llevaron a cabo 42 cirugías del mismo tipo; el personal que intervino en estas operaciones, en lugar de participar en ellas, debió estar totalmente disponible para las tareas regulares que se le pudiera asignar.
Las investigaciones también revelaron que se practicaron 53 cirugías a pacientes privados con personal que, aunque estaba de día libre, utilizó las instalaciones y el equipo del hospital para atender a dichos pacientes.
Los servicios de medicina privada en el Hospital Aquilino Tejeira fueron autorizados en noviembre de 1999 por el director médico de este nosocomio, Daniel Polo, pese a que la Procuraduría de la Administración había previamente recomendado la suspensión total de esta actividad.
Posteriormente, el ministro de Salud, Fernando Gracia, ordenó en mayo del 2001 la suspensión indefinida de estos servicios.
Las fuentes consultadas indicaron que el monto de la lesión patrimonial por el uso de instalaciones y equipos del hospital no ha sido cuantificado.
No obstante, la Contraloría consultará a las autoridades de la Caja del Seguro Social (CSS) y del Hospital Integrado San Miguel Arcángel de San Miguelito para que certifiquen el costo-hora por el uso del salón de operaciones y la sala de recobro por tipo de cirugía en las especialidades de ginecología, ortopedia, anestesiología, oftalmología, además de los honorarios que cobran los cirujanos.

