SYDNEY, Australia (DPA). Los habitantes de la localidad australiana de Wellington han decidido realizar una inusual promesa para 2003: bajar de peso en forma colectiva, por un total de mil kilogramos, informó esta semana el diario Sun-Herald.
Una serie de balanzas gigantes se colocarán en las instalaciones del Concejo de esa ciudad, con el fin de registrar el progreso mensual de este desafío bautizado como Welling-tonne (Welling- tonelada), precisó Karen Lloyd, funcionaria del área de promoción del Servicio de Salud de Wellington.
Con este plan, las autoridades aspiran a que el pueblo tenga una imagen más delgada y elegante al término de los tres meses que durará el desafío.
Cada participante prometerá perder al menos tres kilogramos en ese período, con la esperanza de ir reduciendo la talla un poco más a través del tiempo.
El Centro Comunitario de Salud de Wellington está coordinando el grupo dietario, y tiene previsto realizar pesajes mensuales e impartir clases de gimnasia y de cocina de bajas calorías.
Habrá giras a supermercados para que los residentes aprendan a analizar las etiquetas y elegir alimentos saludables, así como una serie de charlas que brindarán nutricionistas y psicólogos.
Según Lloyd, la idea de someter a una dieta a todo el pueblo surgió a partir de la gran cantidad de personas que acuden al centro sanitario pidiendo asesoramiento para bajar de peso.
De acuerdo con los sondeos realizados por las autoridades gubernamentales, de un total de 9 mil 200 habitantes de Wellington un estimado de 2 mil 386 padecen de sobrepeso.
Chris Zell, un residente del lugar, señaló que ya se apuntó para el desafío, y admitió que según sus estimaciones necesitaría reducir unos ocho kilogramos de su masa corporal.
En Wellington se estila mucho ir al pub y comer comida comprada, explicó Zell al rotativo.
Por su parte, la nutricionista Rosemary Stanton apuntó que la obesidad se está incrementando en forma constante en las áreas rurales a pesar de que la dieta rural tradicional no ha cambiado, en parte porque la gente trabaja menos en las granjas y utiliza más los automóviles, bicicletas y maquinaria.
El programa está orientado sólo a adultos, pero podría extenderse a los niños en el futuro, agregó Lloyd.