Mi opinión surge de una canción, si es que así se le puede llamar, en ritmo de regaee, del cual en principio quise guardar silencio sobre el tema, pero sé que se perfila como un éxito de este Carnaval. Mi silencio era porque soy de la opinión de que cada quien escucha lo que quiere, y, para mí, el regaee no es algo que me llame la atención.
Es más, discutí con varios amigos para que dejáramos a "Fragancia" y su "atorrancia" fuera de la agenda de trabajo de la Asociación de Hombres y Mujeres Nuevos de Panamá (AHMNP), pero la vida da muchas vueltas y estando en un bar del interior pude escuchar la susodicha canción y me dí cuenta que se trata de una canción llena de ofensa.
No es nada del otro mundo. Es, hasta cierto punto, una burda copia de la versión española, lo cual denota la poca creatividad del cantante.
Pero sí me incomodó de gran manera por tres cosas: la primera, fue el ver a unos chicos, "que dizque no son gay", bailar la canción con un tono burlesco propio de arrabaleros; segundo, la cobardía del cantante al cantar en un seudo inglés (casi no se le entiende nada de los que dice) la frase "mátenlos a todos".
Muchos, como yo originalmente, no le dan mayor importancia a esto, pero la verdad es que sí la tiene: para el video (que es la tercera causa de mi enfado) solo se buscó a travestis para participar del mismo.
Esto reafirma el estereotipo que la sociedad panameña, machista y represiva, tiene con respecto al tema. En la versión española participaron homosexuales de todo tipo.
Esta canción promueve tres elementos, a saber: la comunidad gay como objeto de burla por parte del resto de la población. La homofobia y actos violentos contra la comunidad y el sostenimiento de los estereotipos que la sociedad panameña demanda que nosotros aceptemos por parte de ella. Estos impiden nuestro desarrollo como humanos.
Soy partidario de la libertad de expresión y del estado de derecho donde todos tenemos la libertad de expresar nuestros pensamientos. Pero también soy creyente de que dicha libertad debe estar sujeta al respeto de la integridad de las demás personas.
Comprendo y entiendo que somos seres humanos, y como tales estamos llenos de emociones como: el amor y el odio, pero eso no justifica que usemos nuestros recursos y talentos para promover actos que vayan en pro de la denigración moral de un grupo o colectivo étnico, cultural o social.
Lo peor del caso es que esa canción es puesta ya en bares y discotecas gay de Panamá, y se puede apreciar que la parte en español es cantada por la mayoría de los presentes, pero que guardan silencio durante el lapso que se canta en inglés, que repito, casi no se entiende.
¿Qué nos pasa? ¿Por qué permitir que nos usen como objeto de burla? Si bien dice casi lo mismo que la versión española, el contexto y connotación cultural son completamente distintos: aquella exalta el orgullo de ser homosexual; ésta es una bofetada a cada uno de nosotros.
Pero nosotros, como buenos "panameñitos vida mía", estamos acostumbrados a que nos pisoteen ¿Dónde está nuestra autoestima y amor propio? ¿Es que acaso somos menos que los demás? ¿Hasta cuándo permitiremos que nuestras vidas sean determinadas por una sociedad que está plagada de miedo hacia lo que es ser diferente, llena de personas reprimidas, incapaces de expresar sus sentimientos, donde la mayoría vive con una doble moral, donde los hombres son incapaces de saludar con un beso o un abrazo a otro hombre para mostrarle su afecto? Creo que es momento de darnos a respetar y de que comprendan que también somos seres humanos que tenemos deberes y derechos igual que el resto de la sociedad.
