El día martes 26 de abril, un abogado de la localidad, entrevistado por uno de nuestros medios de comunicación, después de hacer su magistral ponencia del porqué está en contra del proyecto de ampliación del Canal, manifestó que esos recursos deben ser utilizados para invertir en el agro (en el interior del país) ya que (y aquí viene la magistral idea del expositor) esta "zanja" (refiriéndose al Canal de Panamá), "nunca nos ha traído nada bueno…", y sigue su disertación: "... es más, dicen que es nuestro y cuando estaban los norteamericanos no había que pagar para ver los barcos y ahora hay que pagar cinco dólares…".
El 3 ó 4 de noviembre de 2004 estando en Panamá el general Colin Powell (estratega de la invasión al Golfo Pérsico y de la invasión a Panamá en 1989) dice públicamente que "hoy el Canal de Panamá está siendo manejado con mayor eficiencia" que cuando era administrado por sus paisanos norteamericanos. Este personaje no tenía ni tiene ningún compromiso con nuestro país como para tener que expresar una idea de "buen gusto" para los panameños, pero así lo expresó aquí y allá, aunque allá no gustara mucho esa afirmación.
Riesgos de inversión: todos deben ser evaluados con criterios medibles y confiables, sin apasionamientos de uno u otro lado; por lo que entendemos, en estos últimos seis años, así se han estado manejando las finanzas del Canal. Evitemos las comparaciones incongruentes, como la de que si no se ha ampliado la carretera Panamá-Colón, ¿cómo se hará la ampliación del Canal? (comentario de uno de nuestros diputados); esto es como pensar que los gringos dejarán de construir rascacielos, porque los terroristas derribaron las torres gemelas.
Pero volviendo a la magistral exposición de este profesional panameño arriba citado; este tipo de afirmaciones son las que nos hacen entender que, desgraciadamente, nuestra condición tercermundista y de sub-desarrollo no se la debemos a uno u otro gobierno en exclusiva, lástima que no podamos culpar a otro; este mal parece endémico, arraigado en nuestra estructura intrapsíquica, que perpetramos en cada generación de nuestra gente y que nos mantiene con la mirada en un pasado "dinosáurico", donde solo vemos tinieblas e impotencia.
No es posible que un extranjero, como lo es el ex presidente de Uruguay, Julio María Sanguinetti, pueda ver más claro que nosotros el hecho de que precisamente nuestra posición geográfica, desde antaño, es nuestro mayor activo y que sobre esta base es lógico construir (según sus comentarios en última visita a Panamá, para participar en foro de Apede); evaluando siempre las ventajas y desventajas de cada escenario. pero eso si, evaluando ambas, no solo las desventajas.
Nuevamente, hoy, los panameños tenemos el compromiso serio de decidir, ya no como un país "adolescente", sino como una nación "adulta", cuál es la mejor opción para Panamá. Hoy los medios de comunicación también deben tomar la decisión madura de no pensar solo en vender una noticia sensacionalista que alimenta nuestro morbo, dejemos eso para otros temas.
Hoy los políticos de lado y lado deben dejar de pensar en que este tema es bueno para generar votos para el 2009; los estudiantes empezar a pensar en cuál carrera es la opción que mejor se ajuste a sus capacidades y necesidades del país; los trabajadores de cada especialidad, en cuál es el área en que necesitamos fortalecer nuestras destrezas para poder ser más competitivos y poder así ofrecer nuestras potencialidades dentro de un escenario de mejor remuneración.
El Gobierno debe actuar también con madurez y mesura, y entre su responsabilidad explicarle a los panameños cuáles son las ventajas reales y desventajas probables de la inversión en este proyecto; por encima de todo, debe actuar por y para el beneficio del país; por esta razón la mayoría de los panameños
le dieron su voto.
Hoy, todos debemos exteriorizar nuestras dudas o convicciones. Cuando se presente la "hora cero" todos tenemos que actuar como panameños, tomando la mejor decisión por y para esta pequeña gran nación, optimizando nuestra similitud sine qua non (panameños) y dejando para el día siguiente nuestras diferencias.
