SAN JOSE, Costa Rica. -Abel Pacheco de La Espriella hace gala de sus conocimientos de siquiatría cuando se enfrenta a las preguntas de la prensa. Si se le pregunta por los tratados de libre comercio entre Panamá y Costa Rica ofrece un dato personal.
Ah, Panamá... Costa Rica y Panamá son naciones hermanas y así llevaremos el comercio. ¿Qué le puede decir alguien que es producto de la mezcla de sangre panameña-costarricense. Soy nieto de un gran panameño (Francisco De La Espriella ) y bisnieto de un fundador de la república: Francisco Eduardo de La Espriella, quien fue el primer ministro de Relaciones Exteriores de Panamá.
De hecho, Pacheco es primo hermano del expresidente Ricardo de La Espriella.
Tiene 68 años de edad. Justamente esa es una ventaja, ya que de presentarse un empate en las elecciones, la Constitución establece que gana el candidato de mayor edad.
Más que un candidato a la presidencia parece un abuelo cuenta-cuentos. Sus adversarios dicen que no tiene propuestas, pero él asegura que prefiere las corrientes parejas y tranquilas que calan profundo a las aguas turbulentas y en cascadas.
Este viernes dijo sentirse muy bien de salud, preparado para cuatro campañas más, pero se quejó de haber sido víctima de una campaña de calumnias e infamias.
-Costa Rica se paralizó el año pasado cuando su partido intentó privatizar sectores como energía y telecomunicaciones. ¿Qué va a hacer con el ICE?
El mensaje fue claro. El pueblo no quiere privatización, contesta. Dice no estar contaminado por el neoliberalismo, palabra que candidatos como Ottón Solís han usado para referirse a las propuestas de los partidos mayoritarios.
Tanto Araya como Pacheco han evitado referirse abiertamente al tema de la privatización, lo que analistas como Carlos Sojo llama maromas retóricas. Y es que aquí todos coinciden en que el que habla de privatización está muerto políticamente.
Sólo el candidato del Movimiento Libertario, Oto Guevara, se refiere abiertamente a este tema. Guevara, que solo tiene el 4.2% de las preferencias, según Unimer, propone hacer como Panamá, dolarizar la economía y eliminar los monopolios en telecomunicaciones y energía.
Además, plantea darle una acción a cada costarricense de las empresas estatales. Aunque este plantamiento es muy marginal, ya que el resto de los candidatos tiene una visión mucho más estatista de la economía. O al menos así lo dicen en papel.