Ciudad de México. -Nacida bajo el genio de Octavio Paz (1914-1998), la revista Plural es recordada hoy en México como un acontecimiento que marcó la historia de la literatura nacional y dejó una huella indeleble entre los intelectuales sobre la excelencia en el ejercicio de la crítica.
Con el auspicio del Fondo de Cultura Económica, la conmemoración del nacimiento, hace 30 años, de Plural, sacó a relucir otra vez la notable influencia del Premio Nobel de Literatura 1990 en la intelectualidad mexicana.
Varias figuras que participaron en el proyecto del autor de El laberinto de la soledad, como la escritora Julieta Campos, el poeta Marco Antonio Montes de Oca y el grabador, escultor e ilustrador José Luis Cuevas, expusieron en una mesa redonda lo que significó este medio en el quehacer cultural de México.
Paz fundó una revista mensual, publicada por el diario Excelsior, la cual impulsó nuevos aires de apertura y libertad de creación en México, que aún insuflan oxígeno a escritores contemporáneos.
"La batuta de Octavio Paz nos sentaba a hacer variadísimos lenguajes de tonos heterogéneos conjugando, como era propio de su ingenio, rigor de imaginación con libertad soberana de reflexión", afirmó Campos.
Con el apoyo del periodista Julio Scherer, entonces director de Excelsior, Paz logró reunir en torno a la revista un consejo de redacción, integrado por narradores o poetas como Salvador Elizondo, Tomás Segovia, Alejandro Rossi, José de la Colina y Gabriel Zaid, escultores del tono multifacético y universal que caracterizó la publicación.
Se dice que Plural resultó para México el equivalente de lo que la Revista de Occidente, de José Ortega y Gasset, fue para España, al nutrir a una clase media ilustrada en la lectura y el conocimiento de una alta cultura moderna.
Aunque acusados de elitistas, reaccionarios y hasta de malinchistas (traidores), Paz y su equipo hicieron de Plural un polígono literario, donde se promovió el arte universal y se hicieron cuestionamientos sobre la modernidad que se gestaba en el mundo intelectual de entonces y la situación política, principal motivo de su prematuro cierre.
Además de Paz, Zaid y Segovia, la publicación registró la firma de agudos críticos de política o del modernismo como Daniel Cosío Villegas, Ossip Maldestam, Joseph Bodsky y Charles Fourer, y de narradores latinoamericanos como Adolfo Bioy Casares, Julio Cortázar y Manuel Puig, entre otros.
