MADRID, España. (DPA). -Descubrir el origen de la vida, investigar si ésta existe en otro lugar del Universo y tratar de predecir el futuro de la Tierra son los objetivos del primer centro europeo de astrobiología, inaugurado esta semana en Madrid.
Este centro de investigación, ubicado en la sede del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) en la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz, cuenta con nueve laboratorios en los que trabajan medio centenar de científicos de diversos países y es el primero de su tipo asociado a la agencia norteamericana del espacio NASA fuera de Estados Unidos.
Tras tres años de obras y una inversión de 20 millones de euros (similar en dólares), los investigadores del Centro de Astrobiología (CAB) trabajarán en la búsqueda del puente que pudo haber entre la formación del Universo, y la vida sobre la Tierra, tomando como base las teorías de ciencias como la física y la química.
Para ello sirven los laboratorios de computación avanzada, extremofilia, geología planetaria, evolución y ecología molecular, evolución microbiana, bioinformática, secuenciación genómica, robótica y exploración planetaria con los que está dotado el centro, de siete mil metros cuadrados.
En el CAB, un organismo mixto dependiente del Ministerio de Defensa y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas del Ministerio de Ciencia, trabajarán geólogos, planetólogos, astrofísicos, químicos, bioquímicos, biólogos, ecólogos, ingenieros, físicos o matemáticos.
En el centro se desarrollarán también técnicas de exploración robótica para buscar la vida en condiciones extremas.
La astrobiología trata de aclarar si la vida es una consecuencia de la evolución del Universo, si surgió en la Tierra o si puede ser un fenómeno que frecuente a otros lugares.