MADRID, España. -Estrenó en Barcelona en marzo. Desde entonces ha estado en Latinoamérica, Italia y Rusia, con una breve parada en Sevilla. Ahora, Live, el cuarto espectáculo de Joaquín Cortés (Córdoba, 1969) llega al Nuevo Apolo de Madrid el día 19. El bailarín está encantado con las críticas (por primera vez, les ha gustado de verdad) y con la pujanza del flamenco: Es increíble, pero ahora los gitanos salimos hasta en el telediario.
Cortés compareció el miércoles ante la prensa para presentar el cuarto espectáculo en sus 12 años como coreógrafo (lleva 20 bailando). Live está en cartel hasta el 6 de enero, y es un montaje con 18 músicos en escena en el que Cortés baila solo (durante una hora y tres cuartos) y recorre diversos palos flamencos. Pero, para su creador, Live no es más flamenco que otros espectáculos anteriores: Es también un musical, no un espectáculo de teatro y danza. O sea, que sigue siendo mi estilo de siempre, muy personal, hecho con la fusión que me ha llevado a todo el mundo.
Aunque es verdad que vuelvo un poco a mis raíces, a mi primer espectáculo, a Cibayí, continúa. Es una especie de retrospectiva de toda mi carrera, de todo lo que he ido aprendiendo en estos años.
Su esfuerzo ha recibido elogiosas críticas de los especialistas flamencos de Sevilla tras pasar por el Teatro de la Maestranza, y Cortés está radiante por ello. Ha sido una sorpresa grata, dice, porque siempre ha habido mucha polémica, nunca ha habido unanimidad en eso. Y además en Sevilla son más puristas, más estrictos.
Quizá es un síntoma más de que el flamenco, o todo lo que lleva esa etiqueta, está rabiosamente de moda. Cortés va un poco más allá. Cree que ``la cultura gitana está en un momento muy bueno. Antes no salíamos nunca en televisión. Ahora pones el telediario y ves flamenco, es increíble y maravilloso, muy bueno para nuestra cultura.
El vestuario es otra vez de Giorgio Armani. Las luces, de Juanjo Beloqui. La música, de Diego Carrasco, Jesús Bola, Juan Parrilla y el propio Cortés. Y la coreografía, afirma el bailarín, quiere recordar a una jam session.
