En su vida pública César Quintero fue decano de la Facultad de Derecho y de Administración Pública de la Universidad Nacional; nuestro representante ante la Organización de las Naciones Unidas, magistrado presidente del Tribunal Electoral y magistrado de la Corte Suprema de Justicia, y en cada una de estas posiciones brilló por su talento y por su integridad, siempre en defensa de sus principios.
Nosotros conocemos su trayectoria desde los inicios de la década de 1940, cuando era secretario general de la Universidad Nacional, Miembro del Frente Patriótico, y sobre todo, ya en la década de 1970-1979 cuando se mostró enérgico contra los excesos de la dictadura militar.
Una y otra vez en el recinto de la cátedra universitaria nos correspondió presenciar el debate de los problemas nacionales, pues jamás rehuyó su papel de panameño comprometido con las angustias de la patria.
Al asistir a sus clases era frecuente deleitarse con su amplio repertorio de anécdotas de personajes ilustres de nuestro país. No sabía disimular su identificación con aquellos hombres a quienes admiraba con todos sus defectos, y no vacilaba en endilgar adjetivos graves a aquellos que rechazaba sin concesión alguna.
De manera frecuente fue objeto de consulta nacional, y no solo en el campo del derecho, porque todos los sectores -independientemente de su filiación partidista- veían en él a un hombre de gran capacidad, que no tenía temor en ocultar su opinión por complacer, ni siquiera a los que ostentaban el poder.
Fue un crítico acerbo de Omar Torrijos, y fue implacable al enjuiciar no solo su obra de gobierno sino la Constitución Nacional del 1972, que otorgó poderes especiales al General Torrijos, por encima de los demás órganos del poder público.
De igual manera combatió con energía los Tratados Torrijos-Carter, en un período en que las mayorías nacionales se mostraban sumisas ante el poder que ejercían los militares.
A pesar de sus muchas obras, nos parece que uno de sus ensayos más consultados es "La llamada neutralidad del Canal de Panamá". Este trabajo fue la respuesta de un debate sobre el Tratado de Alianza Militar que Estados Unidos pretendía imponer a Panamá en el año de 1967.
Como nos repetía una y otra vez el propio César A. Quintero, este trabajo ha sido calcado por otros juristas que abordaron el tema sin citarle siquiera. Desde el año de 1978, y al ascender al poder su alumno, Aristides Royo, César A. Quintero y un grupo de juristas se dieron a la tarea de reestructurar el Colegio Nacional de Abogados, al que revistieron de un gran prestigio.
