DECADENCIA.

Degeneración de la democracia o prostitución del poder

El término democracia ha sido utilizado durante siglos para significar la participación del pueblo en la toma de decisiones que le afectan. Históricamente se sitúa en Grecia la cuna de este instrumento político que se ha elevado a la categoría de forma de gobierno. La democracia no es una teoría política sobre el fin del Estado, como lo es el liberalismo, el comunismo, el anarquismo o el fascismo. Es una forma de gobierno, caracterizada a diferencia de la monarquía, de la aristocracia o de la oligarquía por la participación de los gobernados, del pueblo en la toma de las decisiones políticas, es decir, de gobierno. Sin embargo, hay que tener cuidado. La democracia bien entendida por los griegos no era la participación del "pueblo" en la toma de decisiones políticas, era la participación del pueblo calificado, es decir, la participación ciudadana en la toma de decisiones estaba condicionada a la existencia de ciertas condiciones cualitativas, pues la muchedumbre, ignorante y carente de una cultura política no era considerada como el pueblo para la toma de las decisiones políticas. Desde ese punto de vista, la democracia, el gobierno de la turba no era (ni es) lo que se entiende por democracia. Por tal razón, ante la discusión teórica de cuál era el mejor gobierno, la democracia en la antigua Grecia no era la mejor vista. Para las mentes pensantes y preparadas un buen gobierno era la aristocracia, entendiéndose como tal el gobierno de los mejores, moral e intelectualmente, a diferencia del sentido actual de una especie de gobierno o control de una clase social económicamente poderosa.

Ahora bien, el desarrollo y evolución de corrientes ideológicas, en especial el liberalismo, echó mano del viejo término para darle una aplicación más semántica que histórica, identificando la democracia como el tipo de gobierno en el cual el pueblo tiene participación en las decisiones políticas.

Dadas la variables de una gran población y de grandes territorios, se recurre a la representación indirecta o delegación de poderes para construir los regímenes democráticos, en donde, el pueblo participa en el gobierno, principalmente, eligiendo a sus gobernantes. De esta forma se legitimiza la actividad gubernamental sobre la base del consentimiento o querer de las mayorías, por lo tanto, el objetivo político principal, el ejercicio del poder nace de una supuesta participación popular, cobra vida y luego se independiza, se separa de sus creadores para en la mayoría de los casos, tal cual es la historia actual, convertirse en instrumento de riqueza y de protección de intereses particulares. La democracia se ha convertido en una falacia. Es un supuesto de conveniencia para usurpar el poder por parte de los partidos políticos y gobernantes ambiciosos. Encaramados en el andamiaje jurídico del Estado, esta democracia pusilámine, es solo un instrumento para ejercer un poder políticamente prostituido que solo genera, la mayoría de las veces, solo beneficios para quienes lo detentan. El caso panameño es patético y es un ejemplo similar al resto de los países del área. Cada cinco años de manera democrática se escogen gobernantes y legisladores (ahora diputados). La primera medida del ejercicio del poder otorgado es rodearse de privilegios, muchos de los cuales, en un país como Panamá no tienen sentido y son hasta inmorales. Así tenemos: Régimen especial judicial, exoneraciones tributarias, pasaporte especiales, fondos para su utilización, choferes, guarda espaldas, altos salarios, inexistencia de mecanismos para verificar el cumplimiento de sus labores, suplentes con salarios elevados aunque no ejerzan, influencias políticas para el nombramiento de familiares y allegados, disposición de viáticos para "misiones" especiales, utilización de partidas multimillonarias "discrecionales", etc., etc. La democracia se ha constituido en un puente hacia la inmoralidad y la delincuencia; de esta forma un legislador muestra dineros producto de soborno y nadie es investigado, ni mucho menos castigado, todo es parte del juego democrático que ha creado los fueros, privilegios y procedimientos legales para evadir la maltrecha justicia. Por tal razón, la democracia no puede ser solamente la convocatoria y ejercicio del sufragio.

Hoy, ante la prostitución del poder de los democráticamente elegidos, la democracia requiere de una participación y control del ciudadano en el ejercicio de gobierno, por una sola razón, es el pueblo el dueño del gobierno y no el gobierno el dueño del pueblo. Sin embargo, bajo la sombra de la ignorancia y de la escasa cultura política del pueblo, se distorsionan algunas herramientas democráticas para beneficio de los partidos políticos y los gobernantes. Por ejemplo, la revocatoria de mandato no debe ser un instrumento solo utilizado por los partidos políticos. La revocatoria de mandato en realidad de verdad, un instrumento que debe ser ejercido por un determinado número de votantes de determinado circuito para destituir al diputado, por incumplimiento de su plan de trabajo y otras causas; es lo que en algunos estados de los Estados Unidos se denomina "recall" y que incluso, la constitución de la antigua república soviética lo establecía.

En Panamá los genios de la democracia se lo arrebataron al pueblo y lo escondieron en los fueros partidarios. La iniciativa popular o capacidad para proponer leyes es otra forma de participación democrática. En Panamá solo existe a nivel municipal, aunque es un mecanismo olvidado tanto por los elegidos como por los electores. Es un instrumento que debería ser desempolvado y darle dignidad constitucional para ordenar o presentar iniciativas que realmente provengan del pueblo en beneficio del pueblo. La democracia está en crisis, es un concepto utilitarista solo en beneficios de la clase política. Ante el rugido de los nuevos conceptos neoliberales, donde se pretende arrinconar al Estado en beneficio de la libertad individual, solo entendida por los poderosos, las herramientas democráticas deben ser afiladas y puestas en uso por el pueblo, pues el poder ya no es un medio, sino solo un fin para los políticos que lo han prostituido y que han sentenciado a la democracia a la categoría de excusa y justificación de sus desviaciones y degeneraciones.


LAS MÁS LEÍDAS

  • Panamá frustra envío de mercancía de contrabando que salió de la Zona Libre hacia Colombia. Leer más
  • Tribunal Superior revoca sentencia: absuelve a exministra y condena a exfuncionarios del Miviot. Leer más
  • Pago PASE-U 2025: Ifarhu anuncia calendario para próximas entregas. Leer más
  • Gobierno contrata a multinacional estadounidense para diseñar el quinto puente sobre el Canal. Leer más
  • Trasladan a la directora del Cefere por el caso de La Parce. Leer más
  • Cuarto Puente sobre el Canal de Panamá: así será el Intercambiador del Este en Albrook. Leer más
  • Denuncia ante el Ministerio Público frena contrato millonario de piscinas que firmó la Alcaldía de Panamá. Leer más