ARRAIJAN, Panamá.- Moradores de la comunidad de Cáceres, distrito de Arraiján, denunciaron ayer que la directora de la escuela primaria Colinas de Cáceres ordenó que se talaran tres árboles de teca y dos palmas grandes, que tenían más de 21 años de vida.
Oscar Rodríguez, vocero de la comunidad, explicó que el pasado viernes observaron alarmados que una persona desconocida en el colegio, armada con una motosierra, comenzó a derribar los árboles colocados en su parte frontal.
Rodríguez, junto a un grupo de moradores de Cáceres, se acercó ayer a la escuela para exigir a su directora, Castalia Olguín, una explicación y evitar que se siguiera talando los árboles que daban sombra a varios de sus pabellones.
Olguín manifestó que mandó a cortar tres árboles de teca y dos palmas decorativas, porque estos representaban un peligro tanto para la infraestructura del plantel como para los estudiantes.
Explicó que en dos ocasiones llevaron a estudiantes a la policlínica de la Caja de Seguro Social (CSS) de Arraiján porque las pencas de las palmas les habían caído encima y que la semana pasada una rama de teca se vino abajo y cayó arriba del auto de un maestro.
Olguín mostró la ruta que llevaban las raíces de los dos árboles de teca que se talaron cerca de la escuela, y agregó que un tercer árbol estaba a punto de caerse, porque la apertura de una zanja le debilitó la raíz.
La educadora manifestó que desconocía que la madera de teca tuviera un valor apreciable en el mercado y que ella vio la oportunidad de deshacerse de los árboles que le causaban problemas, cuando un señor que se dedica a comprarlos se le presentó al colegio.
Indicó que el señor, cuyo nombre no recuerda, le informó que tenía todos los papeles en orden para derribar los árboles y que le daría algo de dinero para ayudar a la escuela.
Olguín manifestó que en la escuela faltan muchas cosas, así que pensó que el dinero que le darían podría servir para confeccionar el estandarte y hacerle frente a otras necesidades pequeñas del plantel.
Aseguró que no fue su intención provocar ningún problema, pero estaba cansada de llamar a los bomberos y que estos le respondieran que no cuentan con los equipos necesarios para derribar árboles.
Por su lado, Oscar Rodríguez, vocero de los quejosos, manifestó que lo que molestó a los moradores de Cáceres es la forma "arbitraria" como se hicieron las cosas, porque primero se debió consultar a la comunidad.
Indicó que Cáceres es una comunidad cuyos pobladores están preocupados por la deforestación y por eso existe una abundante vegetación. Aseguró que la tala de los árboles de teca los preocupó y por eso exigen una investigación.