Afortunadamente he tenido la oportunidad de viajar y conocer otros lugares y culturas. Durante estos viajes me he dado cuenta del orgullo que puedo sentir de ser llamado "panameño", o "panamanian". He podido interactuar con la cultura estadounidense y canadiense. Y gracias a ello se me ocurrió escribir sobre esto.
Desde pequeño siempre me crié con la idea de no poder colocar nuestra hermosa bandera nacional en nuestra casa. Pero nunca me tomé la molestia de preguntar por qué no se podía colocar. La primera vez que viajé solo, y que tuve que ingeniármelas para sobrevivir sin mis padres, me di cuenta de que los "gringos" tienen la bandera estadounidense por todos lados. Además de mostrarla en edificios municipales, estatales y federales, también se pueden encontrar astas con su bandera frente a restaurantes, comercios y hasta en estaciones de combustible. En centros comerciales y hasta incluso en apartamentos y casas de personas como usted y como yo. Sin ánimo de investigar me pareció algo totalmente normal.
Para ser franco, nunca me llamó tanto la atención hasta que hice mi tercer viaje solo, en donde el sentimiento patriótico se hizo presente en forma de lágrimas y melancolía pero también se manifestó en alegría al saber que algún día regresaría a esa tierra que me vio nacer y crecer. Puedo decir que fue mejor no llevar mi CD de Rubén Blades a este viaje, de otro modo al escuchar "El segundo himno de Panamá" me hubiera hecho sentir más nostalgia de la que sentí.
De regreso a mi patria, me dediqué a investigar porqué en Panamá no se puede izar la bandera nacional en cualquier otro lugar, a menos que sea en edificios públicos. Según el Artículo 5 de la Ley No. 34 del 15 de diciembre de 1949, "La Bandera Nacional sólo podrá ser enarbolada diariamente en los edificios o establecimientos públicos;" Después de saber esto me di cuenta que no tiene sentido. Es cierto que la bandera nacional es algo muy delicado, con lo cual no se debe jugar. Sin embargo, ¿por qué restringir su uso en residencias? Comenté con familiares y amigos este asunto y nadie le encontró razón a dicha Ley. Siempre recuerdo aquel tercer viaje porque coincidió con un 4 de julio. En la mayoría de las casas donde iba, sus residentes tenían astas frente a sus casas o banderas colgadas sobresaliendo de una ventana. Ahí me di cuenta de que los estadounidenses tienen un derecho muy lindo, que ellos aprovechan para decirle al mundo que este símbolo es algo muy preciado para ellos. Demuestran un interés único de avanzar no importa los problemas y definitivamente representa motivación al ver su emblema todos los días.
Los mueve a pensar siempre en su país y a luchar para que cada vez sea más próspero y se preserven sus valores.
Hace dos meses y medio que empecé a estudiar mi carrera universitaria en una escuela militar en Estados Unidos. Levantarse de lunes a sábado a las 5:00 de la madrugada y rendirle honor a una bandera que no es mía es algo que he tenido que aprender a hacer. No me molesta ya que es una manifestación de respeto hacia este país. A pesar de eso, la añoranza que siento, debido al estrés que uno como recluta de primer año acumula, hace que el amor por mi tierra sea mucho más que cualquier otro.
Aquí he aprendido a querer a mi patria como nunca pensé que lo podría hacer. Aquí también en este pueblo todas las casas tienen banderas izadas demostrando el orgullo que sienten cada uno de estos residentes.
Es cuando me pregunto, ¿por qué no puedo yo hacer lo mismo en mi país? Y es que si en Panamá no hay un sentimiento de orgullo patriótico, quizás eliminando esta Ley se pudiera motivar. Sería bueno que alguien explique qué beneficios trae esta Ley. Porque para mí, ver mi bandera representa recordar personajes como nuestros valientes mártires o como aquellos primeros panameños que desearon una patria libre y diferente a las demás. Gente que arriesgó mucho para lograr nuestra libertad, y es que si algo es cierto es que la libertad no es gratis y nuestro bello emblema representa mucha historia, nuestra historia. Y no se nos puede quitar el derecho de verla enarbolar más seguido. Hay muchas leyes que no se entienden, y esta es una de las que debe cambiarse. Porque definitivamente daría mucho orgullo ver nuestro símbolo patrio, si así lo deseamos, en un asta en el patio frente a nuestro hogar. ¡Viva nuestra Panamá!
