La "universidad de la vida" me expidió con todos los derechos, honores y privilegios, el título de doctor. Se me ha extraviado el diploma y ofrezco una recompensa a quien lo encuentre sano y salvo. Dato interesante es que mi más privilegiado compañero de clases, actualmente es un diputado de la Asamblea Nacional. Y digo privilegiado no porque académicamente sea más aventajado que yo, sino porque a pesar de que nos especializamos en "uno de los conocimientos más profundos de la solidaridad humana" ¡yo no soy nadie! Tengo años de estar masticándome un cable y ya voy con el poste. Pasó Mireya, se va Martín y nada... estoy bien lejos de la papa. En cambio, mi amigo tiene décadas de estar en la grande.
Estamos hablando de la considerable suma de 10 mil dólares mensuales. ¡Carajo! ¡Yo también quiero ser diputado! ¡Qué tal si te digo que sería capaz de bailar por un sueño, con tal de darle a mis electores techos de esperanza! Quiero ser diputado. Se me ocurre hacer un show en la televisión, pero es muy costoso y me va a tomar mucho tiempo. Quizás aparecer en la televisión, es decir tener la experiencia y no el título sería mucho mejor. Quizás es el feeling, fíjense que estos señores presentadores y bailadores ¡ya suenan como candidatos! Y no tienen título en solidaridad humana, ni siquiera un profundo conocimiento.
A valorar la experiencia, claro está. Pudiera pensarse que con ese titulazo que tengo en "solidaridad humana" sería consultor de la ONU, FAO, PNUD o de alguna ONG internacional de derechos humanos, pero estoy lejos de cortejar las relaciones de poder. De allí mi interés en recuperar el diploma, porque si él con el mismo título, pudo, yo también puedo. Como dice Lalo: ¡Sí se puede! Estoy convencido y dispuesto. Convencido, que en la praxis política panameña –al igual que "Chello", el que más proyectos de ley ha presentado para su aprobación a la Asamblea– "el diploma extraviado" redituará los mejores beneficios electorales. Dispuesto, a pagar "después" lo que sea necesario para recuperar el diploma. Acuérdate que si yo subo, tú subes. ¡Cuenta conmigo! ¡"Cuento" contigo!