Como todos los años, Neysi Alfú de Sturlesi ya tiene pensado de qué se van a disfrazar sus hijos, Ana Mariel, de seis años, y Christian, de 10, para Halloween o día de brujas.
Ella no se complica: busca disfraces económicos que se pueden hacer en casa.
Y es que, aunque no es una tradición panameña, muchas personas -sobre todo los niños y los jóvenes- aprovechan el 31 de octubre para salir de la rutina y disfrazarse. Los niños, sobre todo, disfrutan la ocasión y van de puerta en puerta pidiendo pastillas, confites y hasta frutas, en algunas ocasiones.
Pero, ¿de qué disfrazarse? Alfú de Sturlesi, quien también es costurera, opina que hay tres disfraces fáciles para la ocasión: drácula, bruja/brujo y fantasma.
Para drácula y los brujos puedes vestir de negro a los niños -casi todos tienen alguna pieza negra-. Se consiguen dos o tres yardas de tela negra, dacrón o algodón son muy económicas, se doblan a la mitad a lo largo y luego se hace un corte justo en la mitad, de modo que pueda pasar la cabeza del niño, explica.
Al caer sobre los hombros, da la imagen de capa o hábito. Con un poco de maquillaje, gel en el cabello y alguna máscara o colmillos, se completa el disfraz, dice Alfú.
Añade que en el caso de fantasmas, se hace el mismo procedimiento, solo que con tela blanca.
Tania María Henríquez, de tres años, quiere disfrazarse de policía. Para esto su madre, Tania, le compró unas botas negras en el Barrio Chino, que piensa combinar con un pantalón caqui y una camisa chocolate. Voy a buscar rangos (en la Central, en un almacén donde se compran los implementos para las bandas) y se los voy a coser. El casco lo vi en El Machetazo a B/.1.00, añade Tania, cuya hija se disfrazó el año pasado de Caperucita Roja con un trajecito rojo largo, la caperuza, una canastita blanca y zapatos negros de correíta. ¡Estaba divina y (no me gasté) más de B/.20 cada vez!, dice.
