A mi abuela Berta le gustaba trabajar con las manos. Todos los días, luego de terminar sus faenas, se tomaba la tarde libre para dedicarse a hacer cerámicas.
Recuerdo perfectamente que era una de sus grandes pasiones. Solía caminar hasta un taller cercano donde pasaba horas moldeando figuras y pintando patrones que luego vendrían a formar parte de las decoraciones del hogar.
Tiempo atrás una psicóloga me había comentando que tener algún pasatiempo artístico, tiene sus ventajas. Adicionalmente a su rutina como terapeuta, procura dedicarle algo de tiempo a sus pinturas, que, según dice, le sirven como método eficaz para escaparse del estrés y aumentar sus potenciales creativos.
Hoy por hoy son muchas las opciones que se ofrecen en nuestro país para aquellos que desean incursionar en las artes. Solo hace falta tener la disposición para retar a la mente a descubrir dotes que quizás hasta el momento no sabíamos que poseíamos.
Oscar Wilde, escritor irlandés y quien llevaba una vida excéntrica, solía decir que el secreto de la vida está en el arte. Esto, de alguna forma, viene a cobrar sentido si lo que se busca es encontrar un pasatiempo que ayude a hacer del tiempo libre un período más grato.
Dina Carrasco siempre fue amante de la pintura. La hoy directora de la Academia D'Artes, desde chica pasaba horas trabajando bocetos. Creo que desde siempre supe que esa era mi verdadera vocación, comentó en una entrevista con La Prensa.
Afortunadamente, ahora de adulta puedo dedicarle tiempo a esta afición, pese a los compromisos que cumplo a lo largo del día, afirmó.
Carrasco es una de esas personas bendecidas con el don del arte. Para ella la jornada transcurre en torno a las expresiones estéticas y musicales, por cuestiones administrativas de la academia, para luego culminar con su pequeña sesión de pinturas.
Llevo cuatro años estudiando pintura, y aunque no dispongo de un horario amplio, me las arreglo para trabajar en ello durante la noche o fines de semana, explicó.
Carrasco opinó que pese a que se requiere dedicarle tiempo a esta actividad, a la larga se torna en una ocupación satisfactoria.
Creo que como en realidad es una labor que disfruto a plenitud, a la larga no importan otros factores secundarios como el cansancio o la falta de tiempo, aseguró.
Dina Carrasco, quien prefiere trabajar sus cuadros en acrílico, señaló que sus ejecuciones plásticas son un mero esparcimiento de lo cual no desea recibir remuneración alguna. La mayoría de las obras terminan adornando la sala de amigos y familiares, nunca he vendido nada, añadió.

