Los coloridos tubos de plástico que las mujeres usan en la cabeza cautivaron la imaginación de Jaime Justiniani cuando era niño.
Le emocionaba pensar que el ritual de belleza femenino era un objeto de comunicación extraterrestre.
Ya de adulto, como fotógrafo profesional, quiso captar la antesala del embellecimiento que supone ponerse los populares rollos.
Las 16 fotos de esos momentos, presentadas en banners sobre vinilo, se exponen en el sector de Río Abajo entre calle 13 y 14 con el nombre “Del canrol, el seteo y los moñitos”.
La instalación al aire libre está planificada para exhibirse por un mes, pero el fotógrafo aspira a que sea parte del paisaje de la comunidad y que los habitantes se sientan orgullosos de sus costumbres y sus raíces.
Sobre la sesión de fotos, Justiniani recuerda que recorrió el barrio acompañado por Nisla, la peinadora oficial, y capturaron los momentos teniendo como escenario la calle y las casas del área.
Para Jaime Justiniani, quien considera que lo esencial para una buena imagen es la pasión, esta es la cuarta muestra fotográfica que realiza.
Ya había expuesto en la galería El Aleph (1994), con el respaldo de la artista panameña Sandra Eleta, y otras dos en galería Diablo Rosso: “También es mi segunda casa” (2006) y “El papel aguanta todo” (2010).
