Hay dos cosas que no son compatibles para Panamá. La sobreexplotación que estamos realizando de nuestros recursos naturales no permite que el desarrollo turístico de Panamá sea una realidad y nos convirtamos en un destino turístico mundial.
No existe la menor duda que el atractivo de Panamá son sus recursos naturales. En la región ya existen suficientes destinos de grandes hoteles e infraestructuras con o sin playas de arenas blancas, grandes parques de atracción o estructuras arqueológicas e históricas.
Nos tenemos que preguntar por qué escuchamos que Panamá es un gran destino, pero aun así los proyectos no llegan. Vemos todos los días noticias que llegan artistas o personas con alto poder en la industria turística.
No obstante, no vemos realidades. Son muy pocas las que se materializan.
No será que no quieren hacer lo mismo que les ocurrió en otros destinos donde tenían los atractivos naturales pero a la vez se estaban sobreexplotando y se acabaron. En Costa Rica hay estudios que demuestran que el 70% de los turistas no regresan por no encontrar la naturaleza que estaban buscando.
En nuestro país actualmente estamos destruyendo de manera desmesurada nuestros recursos naturales. Lo peor es que en su gran mayoría es por extranjeros que se aprovechan de las necesidades de los pobladores del interior que son quienes recibirían los beneficios de la conservación y explotación responsable y sostenible con desarrollo turístico. Será que está mal que queramos que los pobladores de esta región tengan trabajos mas dignos con mejor calidad de vida y a largo plazo.
¿Qué estamos haciendo?
1. Estudios demuestran que Panamá es el principal país del continente americano en destrucción de sus bosques.
2. Estamos permitiendo una sobrepesca legal e ilegal de nacionales y extranjeros.
3. Estamos permitiendo el establecimiento de granjas atuneras en el golfo de Chiriquí que está demostrado que traen enfermedades, que acaban con todos los recursos marinos. Además, estas granjas están en la puerta del Parque Nacional de Coiba.
4. Estamos permitiendo el establecimiento de plantas atuneras que atraen la pesca desmesurada de barcos atuneros con redes enormes que acaban con todo.
5. No estamos creando áreas protegidas alrededor de nuestras islas y arrecifes.
Los invito a visitar los alrededores de la isla de Contadora y el archipiélago de Las Perlas en la temporada de ballenas para que puedan ver el espectáculo de estos animales entre las redes de cientos de camaroneros. ¡Es para llorar!
Quién en su sano juicio va a invertir cuando todo lo anterior y mucho más está sucediendo y justamente donde estarán los turistas. Se pueden imaginar los espectadores de ballenas entre los camaroneros; los buzos o pescadores entre las redes de los trasmallos, las líneas de los longliners o las redes de los atuneros; o las playas del golfo de Chiriquí cerradas o los arrecifes del Parque de Coiba muertos por las infecciones de las jaulas atuneras.
Es una obligación y una responsabilidad que nuestras autoridades acaben con esto y le den una oportunidad al uso y desarrollo sostenible de nuestros recursos y al turismo.
Todo lo que pedimos es que los recursos se exploten sosteniblemente y que el turismo sea una realidad y, por lo tanto, los panameños de interior del país tengan la oportunidad de una mejor calidad de vida.
Que no se entienda que queremos acabar con la explotación honesta y responsable. Por favor acaben con los destructores de la naturaleza y denle una oportunidad al desarrollo sostenible. Se lo debemos a las futuras generaciones.
